Muere el actor Arturo Fernández a los 90 años

Siempre sintió a Madrid como su segunda casa. Hoy su teatro, el Amaya, le rinde homenaje. Aquí recibió siempre el calor del público. El ayudar a los demás fue el lema con su gente, a la que debe todo, a la que siempre correspondió. Obsesionado con la elegancia; impecable y correcto sobre las tablas. Fuera, bueno y atento con sus amigos. Le gustaba agradar y en su tierra, Gijón, bien lo saben. Una forma de ser con la que se ganó la admiración de muchos. Hoy se marcha, pero dejando marcada su elegante huella para siempre.-Redacción-