El misterioso caso del dedo de Calderón de la Barca
El Institut del Teatre de Barcelona conserva desde 1923 un metacarpo del autor de «La vida es sueño»
Lo podría firmar Agatha Christie o Sir Arthur Conan Doyle : «El misterioso caso del dedo de Calderón de la Barca ». Un dedo que es en sí mismo un enigma y la clave para resolver otro: el de los restos del autor de «La vida es sueño», que un grupo de investigadores busca actualmente en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, de Madrid. Como contaba ayer en ABC Pablo Sánchez Garrido , uno de dichos investigadores, dicho dedo es clave para comprobar, en el caso de que se hallen, si los restos pertenecen efectivamente a Calderón de la Barca, ya que de él se podría extraer ADN.
El Institut del Teatre de Barcelona (y más concretamente, su Museu de les Arts Escèniques) conserva, desde hace casi un siglo, la reliquia calderoniana. Está registrado con el número 200633 e incluido dentro de la categoría de Objetos. «El metacarpo de la mano derecha de Don Pedro Calderón de la Barca es custodiado desde 1923 en nuestro Centro de Documentación especializado en las artes escénicas», explicaba Ana Vázquez Estévez -entonces jefa de la Unidad de Investigación Documental del Institut del Teatre- en un estudio titulado «Fetiches o reliquias teatrales: el dedo de Calderón de la Barca conservado en el Centro de Documentación Teatral del Institut del Teatre de Barcelona». En el estudio se cuenta que «la reliquia se recoge dentro de un marco de madera. En la parte superior contiene una pequeña vitrina en la que está depositado el hueso ; en el centro, un grabado en papel con el retrato de Calderón de la Barca; al pie del marco la certificación ante notario de la autenticidad del resto exhumado en el año 1840».
¿Cómo llegó el dedo al Institut del Teatre? Se desconoce, pero se sabe que en el inventario del Archivo Administrativo del Institut del Teatre de 1923 ya figura, y se señala además que procedía directamente de la Biblioteca del cardenal Antolín Monescillo , que fue arzobispo primado de Toledo. A éste se lo habría entregado una persona que se habría hecho con el dedo durante el traslado del cuerpo de Calderón de la parroquia de El Salvador a la Sacramental de San Nicolás. Fue la Junta de Museos de entonces la que, explica Ana Vázquez Estévez, «al tratarse de una reliquia del metacarpo del célebre escritor teatral, decidió que era más apropiado que formara parte de nuestros fondos».
Durante años el dedo se conservó con descuido, hasta que en 1999 se decidió restaurarlo, y en este trabajo se pensó ya en la posibilidad de que en un futuro se extrajera de la reliquia el ADN que, de encontrarse los restos de Calderón en Madrid, ayudaría a confirmar su autenticidad.
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