Expertos españoles revelan datos de la necrópolis bizantina de Tell es-Sin

Se encuentra cerca del sudeste de la actual Deir ez-Zor, en la frontera entra Siria e Irak, y el yacimiento se considera un kastron, es decir, un puesto de avanzada con funciones tanto administrativas como militares

El yacimiento de Tell es-Sin ocupa una extensión de veinticinco hectáreas Universitat de Barcelona

ABC / Agencias

Un grupo de investigadores españoles ha revelado nuevos hallazgos sobre la necrópolis de Tell es-Sin , un yacimiento bizantino datado entre los siglos V y VII d. C. que se encuentra en Siria , en la margen izquierda del río Éufrates, y que permite descifrar aspectos sobre las características de sus habitantes.

El yacimiento de Tell es-Sin («Monte del Diente» en árabe) ocupa una extensión de veinticinco hectáreas situadas en medio de una zona de paso de los antiguos ejércitos bizantinos y persas sasánidas. Está dividido en la acrópolis, la ciudad baja y la necrópolis, que ocupa siete hectáreas. Se encuentra cerca del sudeste de la actual ciudad de Deir ez-Zor —en la frontera entra Siria e Irak— y se considera un kastron, es decir, un puesto de avanzada con funciones tanto administrativas como militares. El tamaño del yacimiento, su estructura urbana y su naturaleza fortificada sugieren que se trataría de una antigua polis cuyo nombre se desconoce todavía.

Tell es-Sin es una de las necrópolis más importantes del Creciente Fértil en el Próximo Oriente, «pero todavía se sabe muy poco», apuntan los autores, que han querido profundizar en el conocimiento de las poblaciones de la frontera del imperio bizantino durante los siglos VI y VII, un periodo del cual escasean las necrópolis y los restos esqueléticos.

Los autores principales del nuevo trabajo antropológico sobre este yacimiento son los investigadores Laura Martínez, de la Facultad de Biología de la UB, y Ferran Estebaranz Sánchez, de la Facultad de Biociencias de la UAB.

Misión sirioespañola

«Mesopotamia era una región defensiva estratégica ante las incursiones e invasiones tanto de persas como de árabes; y en este contexto, Tell es-Sin podría haber sido afectada por la reorganización territorial y militar realizada por el emperador Justiniano, que promocionó la fortificación de las poblaciones del limes a mediados de siglo VI de nuestra era», detalla Martínez.

Las primeras excavaciones arqueológicas de la necrópolis bizantina datan de 1978 y en 2005, el trabajo investigador de la primera misión arqueológica sirioespañola en la zona -coordinada por la Universidad de la Coruña- puso de relieve la importancia de la necrópolis de Tell es-Sin, que formó parte del limes Diocletianus del Oriente.

En total, los expertos han identificado 170 hipogeos en una necrópolis que podría contener hasta mil tumbas. Según los expertos, no se ha observado sesgo en relación con el sexo o la edad en los restos estudiados, y destaca la carencia de niños en comparación con otros lugare s (se podrían haber enterrado en otros nichos en la entrada de la tumba).

Asimismo, hay como mínimo entre uno y cinco individuos enterrados dentro de cada nicho (la media es de tres cuerpos por nicho, incluyendo subadultos y adultos), de acuerdo con el modelo de sepultura colectiva típico de la Siria antigua.

A pesar del estado de fragmentación de los restos, el equipo ha podido estimar la estatura de la mayoría de individuos: «La estatura mediana estimada a partir de los huesos largos de la extremidad superior es de 174,5 cm para hombres y de 159,1 cm para mujeres», apunta Estebaranz.

Pocas caries

La prevalencia de enfermedades articulares degenerativas también era baja, apunta el estudio. En cuanto a la muestra dental, solo un 2,8 % de los dientes presentaban caries, un valor claramente inferior al de otros yacimientos bizantinos contemporáneos de la región que se podría relacionar con la baja muestra analizada en el yacimiento de Tell es-Sin.

El final del asiento de Tell es-Sin —en el primer cuarto del siglo VII dC— coincidió con las guerras contra los persas sasánidas y las tribus árabes del Islam. A pesar de las condiciones del yacimiento de Tell es-Sin y la situación actual en la región —a raíz de la ocupación por parte del ISIS— el descubrimiento y la excavación de fosas no saqueadas en el futuro es crucial para profundizar en el conocimiento de esta población.

«Por eso, actualmente estamos analizando el patrón de microestriación bucal para poder inferir la dieta de la población y así completar el modelo biocultural de las poblaciones fronterizas con los grandes imperios de la antigüedad», concluyen Laura Martínez y Ferran Estebaranz Sánchez.

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