ESPAÑA, CAMISA BLANCA

Francisco Marco: «Villarejo es un mentiroso compulsivo»

Es propietario junto a su madre de la agencia de investigadores privados Método 3

Francisco Marco, investigador privado Marta Días
Salvador Sostres

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No me creo que le gusten las vacaciones.

La gente que amamos nuestro trabajo tenemos dos posibilidades: o amargarnos o aprovechar para ser felices con nuestra familia. Yo procuro que sea lo segundo.

Usted empezó a trabajar en verano.

Yo era muy joven cuando mi madre creó la empresa, y me gustaba mucho la fotografía. Teníamos una investigación en la calle de la Cera muy complicada de hacer sin que detectaran que les estábamos siguiendo. Entonces fui yo con 14 años a hacerles las fotografías y pasé totalmente desapercibido. Siempre he vivido el mundo de la investigación desde dentro y por eso ha sido la pasión de mi vida.

Yo, en verano, cuando tenía 10 años, espiaba a la «minyona» en la ducha.

Yo siempre me he dedicado al fraude económico, que normalmente se produce durante el curso. En verano se aprovecha lo defraudado y es cuando puede demostrarse.

Lo contrario de las infidelidades.

Sí, el verano es familiar y en septiembre llegan los desahogos.

¿A quién somos más infieles, a Hacienda o a nuestras parejas?

A nuestras parejas, porque le tenemos más miedo a Hacienda.

El juez Marchena ha sido el hombre del invierno del que todo el mundo habla este verano.

Es un personaje maravilloso. Yo soy doctor en Derecho y me ha sorprendido su ilustración sobre el sistema procesal español. También me ha gustado mucho su gran delicadeza.

Otro protagonista del invierno ha sido el comisario Villarejo. Usted está escribiendo una novela sobre él.

Sí, con Manu Bravo estamos escribiendo sobre él, que efectivamente ha sido el personaje del año, en la categoría de los siniestros.

Tuvo al Estado en jaque.

No. Y cometió el error de afectar a las tres únicas instituciones que son la esencia del Estado: el Ministerio de Defensa, la Casa Real y el CNI.

Tendría fuerza para hacerlo.

Tampoco. Villarejo es un mentiroso compulsivo que utiliza la información para favorecer a sus clientes.

Póngame un ejemplo.

Jesús Gil cayó cuando Aznar descubrió que era muy fuerte en Ceuta y Melilla. También tengo un audio suyo diciendo que hay que ir a por mí para proteger a Alicia Sánchez Camacho.

¿Quién es Villarejo?

Un joven de provincias que llega vestido de blanco a Madrid y que por poder y dinero, utilizando las estructuras del Ministerio del Interior, mete por dinero a la gente en la cárcel y les saca si le pagan bien.

¿Sirvió de algo lo que hizo contra los independentistas?

Al contrario. Les victimizó. Cuando el Estado y la Justicia tomaron las riendas, España empezó a ganar.

¿Villarejo es el tipo de personaje que sólo puede darse en España?

Agentes encubiertos los hay en todos los países del mundo. El problema que aquí tuvimos es que el máximo exponente de los agentes encubiertos era un corrupto. Y era el mayor difusor de su rumorología, a veces cierta y normalmente falsa, pero siempre según el mismo patrón: hijos ilegítimos, devaneos sexuales, líos homosexuales y toxicidades varias.

Es tentador vivir sabiendo lo que usted sabe de los demás.

Yo sólo quiero saber si me pagan.

Genera intranquilidad que en la policía haya tipos como Villarejo.

Nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad son los mejores del mundo, salvo un reducto de unos 60 policías que han perdurado desde los años 70 hasta nuestros días. El peor, Villarejo.

A usted intentó arrasarle.

El sistema intentó arrasarme, pero yo sabía que detrás estaba Villarejo y a los seis meses todas las causas sobre mí estaban archivadas.

¿Algún consejo sobre cómo sobrevivir a un linchamiento?

Todo depende de si eres inocente. Yo lo era, mantuve la cabeza fría e investigué quién estaba detrás con la ayuda de buenos abogados y detectives.

Pero siempre queda la mancha.

Conservo los mismos clientes y los mismos amigos y estamos haciendo esta entrevista en el mismo bar en que he desayunado los últimos 15 años. Y no me moriré hasta limpiar la última mota de polvo que se puso sobre mi nombre y el de mi familia.

Si le investigáramos a usted, ¿qué encontraríamos?

Hace 10 años me tendrían que haber investigado de noche. Hoy tendrían que hacerlo de día.

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