W. G. Sebald, el arte de cuestionar el siglo XX

A W. G. Sebald se le cortó la carrera en seco cuando, justo tras publicar «Austerlitz» y empezar a cotizar al alza en la carrera por el Nobel de Literatura, una letal combinación de accidente de tráfico e infarto acabó con su vida el 14 de diciembre de 2001. El siglo XXI empezaba a despuntar y él, respetado académico transformado gracias a sus narraciones tardías en guardián de la memoria del siglo XX, no estaba ahí para explicarlo. O quizá sí. «Es el autor de clausura el siglo XX e inaugura el siglo XXI», sostiene Jorge Carrión, comisario de una ambiciosa exposición que se instala en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona para seguir tirando del hilo del autor de «Los anillos de Saturno».

No se trata de una de esas muestras dedicadas al entorno geográfico de los escritores, como las que el centro ha dedicado a James Joyce o Claudio Magris, sino de una relectura de «la mirada» del escritor alemán. Una mirada que, según el director del CCCB, Vicenç Villatoro, «revolucionó la manera de narrar de en ámbitos como el periodismo, la narrativa o las artes plásticas» y que en Barcelona fuerza el diálogo con una docena de artistas.

Creadores que, como Susan Hiller, Simon Faithfull, Núria Güell o Guido Van der Werve, entre otros, «intentan imaginar piezas sebaldianas desde la literatura y comunicarlas en una exposición». «Podemos recorrer todo el mundo europeo y la historia del siglo XX a través de los artistas que han visitado a Sebald», añade Carrión.

De hecho, la presencia «directa» del autor de «Los emigrados» se limita a una primera sala que incluye correspondencia que intercambió con el artista hiperrealista Jan Peter Tripp y reproducciones del original de «Austerlitz». El resto de salas, en cambio, abordan la figura de este autor capital que convirtió el Holocausto en columna vertebral de su obra de un modo indirecto, ya sea transformando las polillas de «Austerlitz» en una espectacular instalación de 30.000 mariposas negras, adaptando el ímpetu memorialístico del autor en proyectos fotográficos o interviniendo físicamente sobre su obra.

«Hay muy pocos escritores que hayan tenido un impacto real en el arte contemporáneo», reconoce Pablo Helguera, responsable artístico de una muestra que cuenta también con la participación de los escritores Julià de Jòdar, Piedad Bonnett, Reinaldo Laddaga y Valeria Luiselli y que explora a fondo esa relación entre imagen y texto, entre arte y palabra, que el propio Sebald expuso en su breve producción literaria y en colaboraciones con Tess Jaray o Tripp. Un diálogo continuo que se cierra con un Teatro Sebald en el que se proyecta una conferencia del escritor. «Es como si nos despidiera su fantasma», subraya Carrión.