Ailanto sube un peldaño más en su estampado

Aítor e Iñaki o Iñaki y Aítor son la esencia del estampado. El estudio y el cuidado que ponen los hermanos Muñoz en la combinación de colores son máximas. En cada colección suben un peldaño, una técnica nueva, un matiz. En los quince años que llevan desfilando en la pasarela madrileña siempre hay algo que aprender y algo que apreciar en sus telas, en sus estampados, en la yuxtaposición de texturas.

Y en esta ocasión, Ailanto buscan su inspiración para el estampado en el pintor canadiense Lawren Harris, realista, como sus estampados, que al final de la colección de abstraen. En una gama de colores más terciaria, donde los tonos más oscuros se contraponen a los más brillantes.

Gracias a los tejidos elegidos y a los cortes de las prendas, la colección tenía un rico movimiento.

Han utilizado unos pantalones palazzos XXL, que se llegan a confundir con faldas. Lo mismo ocurría con los monos, algunos de ellos eran largos y de pata tan ancha que sobre la pasarela tenían el efecto de parecer un vestido.

Los aires años 70 se respiraban en muchas de sus propuestas, como en los vestidos camiseros de sus primeras salidas y los vestidos algo bohemios. Vestidos cortos, al igual que los monos, de cintura entallada; pichis rectos en patchwork, que combinados con camisas vaporosas, hacían que la sencillez brillara. La utilización de no demasiada superposición de prendas en esta ocasión ha hecho que se viera mejor la elegancia de sus propuestas.