«No debería ser noticia que las mujeres ya estén en la construcción sino cómo se han incorporado a sus puestos de trabajo con total normalidad». Pablo Blanco, jefe de Servicio de la nave de Vías y Obras
«No debería ser noticia que las mujeres ya estén en la construcción sino cómo se han incorporado a sus puestos de trabajo con total normalidad». Pablo Blanco, jefe de Servicio de la nave de Vías y Obras
OBRAS

Por sus obras las conoceréis

La delegación de Vías y Obras de Chiclana pasa a tener un 40% de trabajadoras en un sector tradicionalmente masculino, gracias al Plan de Empleo

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«No debería ser noticia que las mujeres ya estén en la construcción sino cómo se han incorporado a sus puestos de trabajo con total normalidad». Pablo Blanco, jefe de Servicio de la nave de Vías y Obras de Chiclana, es tan pragmático como claro al hablar de la nueva realidad de su oficina. Un cambio que no pasa desapercibido a simple vista.

«De tener un 0% de trabajadoras en esta Delegación hemos pasado a que un 40% sean mujeres», reconoce el técnico. Los nuevos planes de empleo de los que se beneficia el Consistorio han llevado a que, de los 125 nuevos contratados, casi la mitad de ellos sean mujeres que se han incorporado a distintas responsabilidades en obras que van desde ‘peonas’ hasta jefas.

 Y lo cierto es que no es una realidad muy común, como reconoce la propia delegada de Vías y Obras, Susana Moreno. De hecho, ella fue la primera mujer al frente de la Delegación de Vías y Obras y habla con conocimiento de causa por su experiencia previa en el sector. «Es un sector tradicionalmente masculino, cuando llegas la reacción primera es la de considerarte ‘la niña’ y cuestionar que puedas mandar a hombres mayores que tú», explica.

Un contraste que en Vías y Obras se da aunque se vive «con normalidad». «Al principio se les notaba su inexperencia, pero no era una cuestión de género sino de que nunca habían desempeñado estos puestos. Sin embargo, suplen esa falta con sus ganas y entusiasmo», reconoce Moreno. En cuanto a la integración, se produce con matices.

«Especialmente es en los del Plan de Empleo Joven donde menos se nota. En este caso, a los jóvenes no les resulta extraño o chocante que sea una mujer la que les dirija», explica el jefe de servicio. Tanto es así, que en los trabajadores incorporados en los Planes de Empleo mayores de 30 años sí notan más esa diferencia, como explican desde la concejalía. 

Lo cierto es que de los 125 nuevos trabajadores con los que cuenta Vías y Obras por un periodo de seis meses, las empleadas casi rozan la mitad en distintos puestos. Así, 10 mujeres son jefas de obra, seis son oficiales y unas 30 son peonas.  Es, en el caso de las trabajadoras que están a pie de obra donde el contraste se hace más evidente, como reconoce Blanco. «Se trata de trabajos de obra civil. Son empleos duros, como levantar un muro o construir una acera. Para eso necesitan un esfuerzo psicológico y físico grande, mayor que el de un hombre. En ese sentido, tiene un plus su esfuerzo», matiza el técnico. 

Una impresión que confirma una de las empleadas recién incorporadas al plan de empleo. María José Bermúdez trabaja desde hace dos meses como oficial. En su caso, dice estar «encantada» con el trabajo y la acogida. En la obra que ella controla, una de los peones es mujer. «Es esteticista y no tenía conocimientos de construcción, sin embargo le pone muchas ganas. Ella es la única mujer en esa obra y el resto de peones miran un poco por ella, especialmente en trabajos de gran esfuerzo», reconoce.

En cualquier caso, ni en la situación de su subordinada ni en la suya propia ha advertido «ningún tipo de diferencia, no por ser mujer se te minusvaloran en este trabajo», explica. Dolores Romero, de 28 años y técnico superior, también confirma esta impresión. En su caso, también es oficial de una obra en la que dirige a nueve peones.

Ella se muestra satisfecha con el trabajo que está desempeñando ya que permite «realizarte como persona». A eso se suma que ella misma resume que la incorporación al puesto ha sido «perfecta». «No hay machismo, sino mucho respeto», ataja. Para Dolores no era la primera experiencia en la construcción. 

No puede decir lo mismo Raquel Guerrero. La ingeniera de 23 años es la primera vez que se incorpora al mercado laboral. En su caso, como jefa de obras para coordinar trabajos como construcción de muros o conservación de caminos, entre otras labores. Ella es una de las técnicas cualificadas con estudios universitarios que desempeñan labores de máxima responsabilidad.  Se confiesa especialmente «contenta por la experiencia que supone en un puesto de trabajo de gran importancia». 

Todas ellas conforman una experiencia pionera en el Ayuntamiento de Chiclana y la Delegación de Obras. «Es el primer plan de empleo en el que se incorpora mano de obra femenina», reconoce Pablo Blanco. Una experiencia pionera en el Consistorio de la que tanto el técnico como la delegada Moreno se muestran especialmente satisfechos. Porque, en este caso, el qué y el cómo son tan importantes como que la integración laboral entre hombre y mujeres sea tan plena como real.

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