Vendedores ambulantes, «top manta» , por las calles llenas de turistas de Barcelona
Vendedores ambulantes, «top manta» , por las calles llenas de turistas de Barcelona - Inés Baucells

Los «top manta» de Barcelona buscan asociarse y crear una cooperativa

Pretenden, además, no vender artículos falsificados y contar con la colaboración de las autoridades

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Los vendedores ambulantes de «top manta» pretenden asociarse y crear un tipo de cooperativa, según afirma Europa Press. Además, han perdido al Ayuntamiento de Barcelona que les facilite cursos de formación para dedicarse a otros sectores. Según ha declarado «Papa Diop», uno de los portavoces, van a «reunirse» con el Ayuntamiento la segunda semana de septiembre. Muchas de estas propuestas, afirma, están avaladas por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. De hecho, ya se han reunido con autoridades locales en el barrio de Ciutat Vella, representantes de los servicios sociales y del área de economía además de la Guardia Urbana.

Es política de Colau buscar un ámbito social a este tipo de economía, evitando la persecución e intentando integrar a los inmigrantes en la ciudad.

Para las autoridades locales, el problema no se puede «resolver» con la policía. Afirman, así, que «solo si lo persigues, el “top manta” siempre vuelve», con lo cual las medidas sociales son «necesarias». La cooperativa necesita autorización del ayuntamiento para vender, lo que complica las cosas también. Por otra parte, los vendedores buscan, según Dip, dejar de ofrecer productos falsificados o de imitación, si esto permite legalizar la actuación de la cooperativa que pretenden. Creen que «no tienen problemas» con los comercios aledaños, ya que venden «otro tipo de productos» para «un público diferente».

La policía, en ese sentido, «ahuyenta» cualquier vendedor, y los «manteros» tienen que estar sin poder comprar para evitar cualquier inferencia legal. En definitiva, las dos partes, según cita Europa Press, han enfatizado que no quieren «ni violencia, ni confontración». Las autoridades locales, por último, aseguran que «no existe ningún tipo de mafia detrás del “top-manta”» y cree que todos los afectados se dedican a este tipo de venta porque «no tienen otra salida».

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