El Rey competirá con el velero más viejo

Nuevo gesto de austeridad del Rey. Aunque en algunos sectores ya empieza a advertirse cierta alegría económica, Don Felipe sigue apretándose el cinturón. Cuando compita este verano en la regata de la Copa del Rey de vela, lo hará en un viejo velero restaurado de la Armada Española que fue construido en 1996 y que ahora ha recuperado su nombre original: Aifos (Sofía, al revés).

Con sus 19 años, el velero del Rey será el barco más antiguo del medio centenar de embarcaciones que se han inscrito en su categoría, la ORC1, que es la que agrupa a los veleros más sencillos y menos costosos de las ocho categorías que compiten en la regata. Para ello, ha habido que realizarle algunas modificaciones y adaptarlo a las nuevas mediciones.

Don Felipe ya compitió en 1996 al timón de este velero, que tiene 13,9 metros de eslora. El barco es un modelo Corel 45, que fue diseñado en su día por Bruce Farr para que compitiera con otros veleros iguales, de su misma clase, pero esta iniciativa fracasó. En aquella época, los armadores preferían competir en la misma categoría que lo hacía Don Juan Carlos, la IMS, y, como explica el periodista experto en náutica Pedro Sardina, «se gastaban fortunas en la construcción de barcos que había que cambiar año tras año si se quería estar en la vanguardia de la vela mundial».

Un barco escuela

Después de tres años aguantando el tirón, se confirmó el fracaso de la clase Corel 45 y este velero se llevó a la Escuela Naval Militar de Marín, donde se le cambió el nombre de Aifos por el de Etea (Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada) y se destinó a la formación de los alumnos.

Este verano, y tras las oportunas adaptaciones, el barco ha dejado las aguas gallegas y se ha trasladado al Mediterráneo, donde ya ha competido en dos regatas, capitaneado por el almirante Jaime Rodríguez Toubes: en el Mundial ORC de Barcelona, en el que obtuvo el puesto 22, y en el Trofeo de la Reina, que se disputó en Valencia y donde quedó el cuarto.

El hueco que ha dejado este velero en la Escuela Naval de Marín ha sido cubierto por el Sirius V, un cincuenta pies que la Armada Española compró en 1999 como buque escuela deportivo y con el que también compitió el entonces Príncipe de Asturias.

Y, como en la Armada Española todos los recursos se aprovechan al máximo y se van adaptando a las distintas necesidades, el anterior Aifos, en el que compitió Don Felipe hasta el año pasado, que era un Transpac 52, ha sido destinado a la Comisión Naval de Regatas de Cádiz.

De esta forma, el Rey podrá seguir disfrutando este verano de la afición que más le gusta: navegar, una pasión que le viene de familia. Aunque fue su abuelo, Don Juan de Borbón, el más marino de la Familia Real, también su bisabuelo Alfonso XIII y su tatarabuela María Cristina eran muy aficionados a la navegación.

Desde niño

Don Felipe empezó a navegar de niño, en la Escuela de Calanova (Mallorca), en la que probablemente también aprendan sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. Pero fue en la Armada donde el Rey se forjó como regatista, junto al almirante Marcial Sánchez Barcaiztegui, que falleció a los 92 años en 2012.

El hecho de que Don Felipe asumiera la Corona tras la crisis económica más grave que ha padecido España en los últimos tiempos ha condicionado en muchos aspectos su reinado. El nuevo Monarca se bajó el sueldo un 20 por ciento respecto al que venía percibiendo Don Juan Carlos cuando era el Jefe del Estado, y ha adoptado varias medidas para aumentar la transparencia y la austeridad en las cuentas. Pero, además, a Don Felipe le ha tocado estrenar su reinado en unas circunstancias muy distintas a las del anterior. El Rey ya no dispone del barco Fortuna que utilizaba su padre. El avión de la Fuerza Aérea Española que utiliza para sus traslados de largo recorrido, el Airbus 310, tiene 33 años de antigüedad. E incluso, el ordenador portátil con el que trabaja en su despacho es un modelo antiguo. Don Felipe sigue dando ejemplo de austeridad.