We can do

Lorena, sé que lo pasaste mal en camerinos. La fatiga, el calor, los nervios. Tu incomodidad por el embarazo. Desabrochada del vientre, que el tipo aprieta. Y luego tuviste esa preciosa foto en tu punta, cantando con tus amigas y compañeras comparsistas. Y junto a Nuria, tu hermana, siempre atenta a cómo estabas en todo momento. Acabando, saliste orgullosa y satisfecha. Y entonces me acordé de tiempo atrás, cuando canté con vosotras. Y del trabajo que nos costó cada vez. Yo hacía una comparsa y también otra donde tocaba mi guitarra con mis hijas, dos en un mismo año. Porque era vuestra ilusión. Recordé cuando yo pedía a algún amigo si quería venir de guitarra, que nos faltaba uno. Y de cómo él, al descubrir que no sería para la comparsa de los hombres, me reconocía que en una comparsa con mujeres no se veía. Y descartaba la oferta porque le supondría algún riesgo coplero. No llegaría a ninguna parte. Gracias amigo.

Hoy sin embargo aquel amigo si se suma, os anima y apoya. Arriba las mujeres dice. Afortunadamente la mayoría de personas os sigue incondicionalmente, por todo lo que decís y representáis con vuestras coplas, aunque haya quienes os derroten por diversas cuestiones. Quienes no os quieren ver ahí y diciendo eso que cantáis. Si no fuera así vuestro grito contra el patriarcado no tendría sentido. Incluso mujeres, aunque pocas, celosas de vosotras y enrabietadas. Muy defensoras de la igualdad pero algo tiranas a la hora de consentir quiénes la pueden reclamar. Da igual. Vosotras a lo vuestro. Seguid cantando las coplas de Marta que tanto gustan. Cuando de nuevo abra el telón os recibirán con los brazos abiertos. Algo habréis dicho que no es tan fácil decir. Ha sido un paso muy grande y bonito. Y diréis mucho más, lo sé. Estoy muy orgulloso de verte, de veros ahí a todas. Tu niño vendrá por agosto y quizás ya no puedas seguir. No importa. Disfruta este momento. Canta y di lo que quieras, sin que nadie decida qué se te permite o no. Suerte y un beso de tu padre.