Javi Bohórquez: «El año pasado seguíamos la estela de Juan Carlos; 'Los esclavos' ya tiene que ser la comparsa de Argüez»

-¿Qué siente a pocas horas de que se estrene 'Los esclavos' en el Teatro Falla?

-Pues justo ahora mismo estoy con un nudo en el estómago, un pellizco gordo común al estreno de la comparsa. Como un flan porque en pocas horas ponemos nuestra idea sobre el templo. Estamos dando los últimos retoques y, como siempre, todo parece poco.

-¿Van muy apurados con las letras o han aprovechado este mes para perfilar el repertorio?

-En esta ocasión vamos bien. En mayo llegamos justos al Concurso porque estuvimos montando antes la gira con la eterna banda, pero en esta ocasión vamos mucho más cómodos para afrontar el COAC.

-Precisamente, a 'Los renacidos' les perjudicó mucho ese pase de semifinales, por la coincidencia de las dos letras con las que acababan de cantar sus competidores.

-El año pasado no había forma de cambiar. Teníamos cinco pasodobles montados (chapa llegó a escribir 16) y en semifinales nos pisaron una letra el día antes y otra esa misma noche. No había forma de hacer otra jugada. Sin embargo, ahora tenemos seis pasodobles y seis cuplés.

-Insiste, especialmente el músico, que se le ha dado un giro a la agrupación. Que se han tocado otras claves.

-Teniendo en cuenta que Raúl (Cabrera) es un músico contrastado con un abanico musical bastante amplio, a la hora de traer nuevas melodías combina distintas estructuras. Le ha dado un giro. Los autores son los mismos, así que tendrá su ramalazo, pero nos parecemos poco.

-La principal crítica el pasado mayo es que la comparsa recordaba en demasía a Aragón.

-El año pasado seguíamos la estela de Juan Carlos y era muy complicado ese estreno sin el capitán, esa primera impresión en el regreso. El subconsciente incluso te lleva a él. Además, le dimos esa forma para que la gente no se sintiera huérfana. Nos encontramos con muchos seguidores que lamentaban la pérdida y esperaban eso de nosotros. Sin querer, muchas veces de forma involuntaria, quisimos darle eso. Pero ya tiene que empezar a ser la comparsa de Argüez.

-¿Qué puede contar de la nueva propuesta sin desvelar demasiado?

-Se puede decir poquito de 'Los esclavos'. Queremos que sea una sorpresa, que la gente lo descubra en el Teatro. Está muy currado y con el máximo cariño. Este año nos hace el decorado 'El llamador del Ángel', que estuvo con nosotros desde 'Los millonarios' a 'La gaditanissima', y la confección del disfraz sigue a cargo de Rocío Tejada.

-Dos cambios en el grupo. Interesante descubrir el timbre de la comparsa, si ha cambiado en algo.

-Además de Carlos el Caja, se ha incorporado Tony piojo por Jesús Cateto, que nos dijo en verano que no seguía (está en la comparsa de Martínez Ares). Tony se vino porque Tino Tovar no iba a salir. Es muy serio y profesional, trabaja mucho en los ensayos, y quedaba acoplar su voz al grupo.

-Me habla del músico, del grupo. ¿Y cómo lo lleva el Chapa?

-A Miguel lo he visto muy bien. Tenía el reto de sacar dos comparsas con apenas ocho meses de diferencia. Yo no he notado el agotamiento aunque imagino que el pobrecito mío si que se habrá resentido. Está fino y ha dejado un buen saco de letras.

-Es inevitable que afloren los recuerdos junto a Aragón en unos momentos tan especiales.

-Siempre. Cuando se acerca la semana recordamos mil anécdotas. Y muchas cosas que quedan grabadas en nuestro interior y se quedan en lo personal. Juan sigue con nosotros en el día a día, en los ensayos, en la puesta en escena y, por supuesto, en el Falla.

-¿Alguna vez se podrá escapar de la alargada sombra de Juan Carlos Aragón?

-De la sombra de Juan Carlos no se escapa ni el Carnaval. Se ha notado todo lo que movía, no a nivel de aficionados, que están ahí, sino a nivel de seguidores. Tenía una masa de gente que lo seguía, solo a el, y se han quedado huérfanos.