Carnaval de Cádiz

'El baúl de la piqué' denuncia el 'asalto' del Obispado al cementerio de Barbate

El coro mejora la interpretación, fallida en preliminares, pero se queda lejos de sus creaciones anteriores, por cuestiones musicales e interpretativas y la elección de un tipo que no les ha dado juego

Séptima sesión de cuartos de final del COAC 2024

José María Aguilera

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Carnaval de Cádiz

El baúl de la piqué

Imagen - El baúl de la piqué
  • Autores José Manuel Cardoso Romero, José Manuel Pérez Martínez, Manuel Varo Pérez, María del Mar Ramos Benítez y José Gutiérrez Ponce

La distribución de voces en el escenario permite recibirlas de manera más limpia en la presentación. El coro de Barbate vuelve a ser ello, el coro de Barbate. Un grupo compacto, contundente, con el predominio de la voz femenina bien sostenida por los varones. Posee un timbre particular, áspero y duro, en cierto modo añejo, que casa bien con las coplas que interpretan en su puesta en escena.

Es el tiempo de los tangos. En cuartos y con la guillotina, hay que mostrar y mostrarse. No obstante, su hándicap en este 2024 es la interpretación, condicionada por la música. La tesitura es tan baja en su inicio que cuesta seguir su contenido literario, lo que se perpetúa en su desarrollo. Lástima que por momentos sea difícil captar el mensaje, en este caso crítica con el sempiterno problema de las listas de espera de la Sanidad Pública. Buen y original remate.

Segunda pieza muy local, donde critican al Obispado de Cádiz tras hacerse cargo del cementerio de Barbate. Se agradece que con estas coplas quede constancia de la problemática de diversos municipios de la provincia, como ocurre con el corazón de la Janda, aunque se reduce el impacto simplemente por ignorancia. Para esto está el Carnaval, más allá de la competición.

Cupleses de trámite. Y no estamos para despiezar. En su segundo recuerdan esa mítica frase de Isabel Díaz Ayuso y comparten que a todos los diputados les gusta la fruta. Poca broma. «Por tu culpa, culpita, yo tengo loco, loquito mi corazón». Ay, no me digas que no. De Sara Montiel a Los licenciados, que 20 años no es nada.

Popurrí coplero. Con sus cosas del querer. Se aprecia una solvencia mayor, en cuartetas bien trabajadas y perfiladas. El coro de Barbate es un firme aspirante a introducirse en la apretada y exigente lucha de la modalidad, donde el grupo, por calidad y cantidad, adquiere un mayor protagonismo. La sensación es que ha faltado algo, condicionado por un tipo que no ha terminado de encajar.

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