Cádiz CF

La pizarra del Granada-Cádiz CF

El once amarillo cae en Granada acumulando en 90 minutos todos los males que le han perseguido en la segunda vuelta

Barral acabó lesionado a la media hora de partido que jugó en Granada, su último con el Cádiz CF.

Cuando más se esperaba la reacción del Cádiz CF, menos la hubo. Cuando más se necesitaba la mejor versión del equipo, más desapareció. Cuando más se le exijía, menos dio. El caso es que el Cádiz CF perdió su derecho a soñar por segundo año consecutivo por méritos propios ya que en ningún momento estuvo a la altura de las circunstancias. Para colmo, dio vida a un Granada con un equipo para haber logrado, cuanto menos, el ‘play off’ de ascenso. Ni rastro del Cádiz CF en Granada.

1.Un once ilusionante

No se puede decir que Cervera haga alineaciones defensivas. Decirlo sería mentir. Lo discutible pasa a estar en el planteamiento, en lo que le dices a los jugadores y, por supuesto, en cómo lo interpretan los que vienen a ser los verdaderos protagonistas de este deporte. El caso es que Cervera ponía un equipo ofensivo con Álex y Abdullah en la sala de máquinas, Barral por la derecha, Alvarito por la izquierda y Perea y Jona como hombres más adelantatos. Sin embargo, pronto hubo que cambiar de planes ya que al cuarto de hora Jona se lesionaba dejando a Barral en la delantera y al recién entrado Aitor en la banda. Y la verdad, poco o nada cambió el panorama. Para colmo, a la media hora, Barral se iba también KO y dejaba la punta del ataque al mejor de los cadistas, Carrillo.

2. Dominados, lesionados, sin ideas y sin sangre

Venía diciendo Alvarito durante la semana que el «Granada tiene que sentir que el Cádiz CF se está jugando la vida». Pues bien, la teoría volvió a ganar a la práctica ya que hasta los veteranos Cifuentes y Servando admitieron que el equipo salió sin intensidad y muy lejos de cóo debe afrontarse una final como la del Nuevo Los Cármenes. Así las cosas, los ‘jugones’ del Granada, con muy poco, impusieron su ley durante los primeros 45 minutos.De hecho, de no ser por los antes mencionados, lo normal es que al descanso el Cádiz CF ya hubiera podido recoger su tenderete y volverse a casa.

3. Reacción mínima y con la expulsión, el fin

Algo tuvo que tocar Cervera la fibra de los suyos para que en la reanudación el Cádiz CF saliese con otra imagen algo más valiente.Así llegó el empate de Carrillo tras una buena jugada trenzada y acabada oir banda. Al gol le siguieron unos minutos más hasta que llegó, primero, la lesión de Perea y, segundo y final, la reprochable expulsión por doble amonestación de Correa.

Además, a Cervera le sobró precaaución y le faltó desparpajo para dejar una defensa de tres y no endosarle la papeleta a Salvi, recién salido de una lesión, de ponerse a perseguir al venezolano Machís. La impresión es que con o sin marcador, el ariete granadinista iba a seguir haciendo lo que le viniera en gana porque ni es de un equipo de Segunda ni el Cádiz CF tiene una defensa de Primera. De ahí, el desenlace final.

  

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