Cádiz CF

Zaragoza-Cádiz CF (0-2) Cervera vuelve a sacar brillo a su método

Lozano y Nano Mesa marcan los goles de un líder que sabe esperar su momento y lo aprovecha

Alfonso Carbonell

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No hay quien lo pare. Le da completamente igual al Cádiz CF a quien se pueda medir. Vamos, esta para ir al Bernabéu o al Nou Camp. El líder ha vuelto a sacar brillo al método de su entrenador y si hace dos jornadas lo hizo en el campo del imbatible hasta entonces Almería este domingo lo ha vuelto a hacer ante otro equipo que no conocía la derrota.

Una nueva victoria, la tercera consecutiva ante otro rival de muy señor mío, ha sumado un Cádiz CF que ha vuelto a desesperar a un nuevo equipo que hace de la posesión de balón su razón de ser (65% de posición sobre el 35% del Cádz CF). Una jornada más, los cadistas han disfrutado en el sufrimiento y a la espera de esos espacios que siempre suelen dar equipos que andan por arriba y sin la necesidad imperiosa de no perder como ya le pasó ante el Deportivo de Anquela, el único que no ha entrado al capote de un Cervera que se frota las manos con este inicio de Liga en el que ya se ha presentado la candidatura a todo.

Dos cambios nada más. Cervera apenas tocó su once y obviamente se tomó más en serio la visita a La Romareda que la que hizo con siete cambios al Santo Domingo en el único encuentro que ha ganado el Alcorcón en su feudo dada las facilidades encontradas. Y por eso mismo, por eso que el Zaragoza no es el Alcorcón, el técnico cadista apenas varió sus planes de los que propuso en la pasada victoria ante el Huesca. Así, Perea relevaba a Alejo y José Mari hacía lo propio con Bodiger. El resto, los mismos.

Ya en la previa del encuentro se podía vaticinar sin temor a equivocarse lo que iba a ser el desarrollo del partidos. Ambos entrenadores, fieles a sus estilos, reflejaban lo que ocurrió claramente en el primer tiempo. Y eso no fue otra cosa que dominio absoluto de la posesión de un Zaragoza anclado en los pies de Iñigo Eguaras, base del fútbol del once maño que hace de su rombo en centro del campo un auténtico recinto controlado.

Y si el Zaragoza era el que estaba mandando sobre el campo en los primeros minutos, más que lo haría tras la lesión del lateral Vigaray y que un ambicioso Víctor Fernández aprovechó para dejar una defensa de tres y adelantar la posición de Eguaras. Pronto tendría noticias de todo esto Cifuentes, que vio como el ataque maño triangulaba perfectamente hasta que Luis Suárez habilitase a Raúl Guti para que el extremo chutara puerta encontrándose con la pierna de José Mari.

Pasaban los minutos y seguía el Cádiz CF tranquilo y sin sufrir pero viendo como se asomaba poco a poco el peligro por sus inmediaciones. El siguiente en llevarlo fue Carlos Nieto, que con un zurdazo desde fuera del área hizo estirarse a Cifuentes para desviar a córner.

Consciente que el dominio local iba a más con el cambio de sistema de Víctor Fernández, Cervera ordenó a su doble pivote que atase más en corto a Eguaras. Pero ni con esas consiguió el Cádiz CF parar un poco el ataque maño, que mostró el amplio repertorio que tiene con un nuevo disparo de Carlos Nieto, este al larguero y con el que sorprendió a Cifuentes en el minuto 35.

El Cádiz CF, con una equipación preciosa con calzones blancos, seguía confiando en su método de robar y matar y a fe que en unas de esas casi consigue enmudecer a La Romareda, pero un mal centro de Salvi cuando había dejado a dos contrarios atrás y un desacertado Perea desbarataron dos situaciones de gol con las que el once gaditano avisaba que también tenía pólvora.

Cada equipo, a su estilo, se encontraba de lo más cómodo durante la primera mitad. El Zaragoza avanzaba metros con el balón pero el Cádiz CF aguantaba sin demasiado esfuerzo y esperando que las prisas llegasen al bando contrario como ha pasado muchas veces en otros rivales.

Le vino bien el descanso al Cádiz CF para que el Zaragoza se desconectase un poco del partido. De esa forma, sin pasar absolutamente nada más allá de un choque de cabezas de Garrido y Lozano, pasaron los diez primeros minutos de la reanudación.

La dinámica maña no solo había cedido sino que incluso el Cádiz CF aprovechó esa relajación para comenzar a presentarse en área contraria. Con Perea algo más enchufado y Salvi muy activo, los amarillos forzaron un saque de esquina tras un ataque en el que invadió el área blanquilla con una abrumadora llegada de camisetas amarillas. Y el saque de ese córner, a los once minutos, trajo el gol de cuco del Choco Lozano, que en el segundo palo empaló en la boca de gol un disparo que se había quedado corto de Cala.

Gol de pizarra

Se adelantaba el Cádiz CF y Víctor Fernández tiraba de la potente verticalidad de Pombo en deprimento del japonés Kagawa. Nada la importaba ya a Cervera, que con el marcador a favor se atrevió incluso a dar un pasito para delante para oler esos espacios que por fuerza debía dejar atrás el equipo aragonés.

El Zaragoza metió una marcha más de la mano de Pombo, que en dos acciones conectó con Luis Suárez para que el colombiano, en una primera, chutase para que Cifuentes detuviese en dos tiempos y poco después fuese Cala el que se interpusiera en el camino del fino y bravo delantero sudamericano, que no se cansaba de intentarlo desde fuera del área.

A falta de veinte minutos el Zaragoza agotaba sus tres cambios para regocijo de un Cervera que volvía a hacer una lectura precisa y valiente en un nuevo encuentro. Su primer cambio fue para darle descanso al goleador Lozano y meter a otro inspirado Nano Mesa. Sí que le ha quedado bonito el equipo al señor Arias, las cosas como son...

Dos indecisiones le pudieron costar muy caro y caro al Cádiz CF . La primera, en defensa, fue entre Cifuentes y Espino en un lance en el que se temió que el charrúa hiciera penalti al ariete local. y la segunda, en ataque, entre Salvi y Nano Mesa en una acción en la que el sanluqueño no supo leer lo bien que sí lo hizo el canario en una contra 'made in Cervera'.

Como no podía ser de otro modo, el Cádiz CF tuvo que refugiarse en algún momento de la segunda parte a sabiendas de que eso tendría su recompensa. Y no se equivocaba porque por enésima vez un robo de balón en el centro del campo lanzaba una contra magistralmente llevada por Nano, que abría para que Alejo se la jugase con un disparo al muñeco repelido por Cristian, el balón, recayó en Ález una vez que Salvi se lo cedía antes de que el madrileño, en dos toques, se fuese de su marca y con la izquierda diera un pase de la muerte para que Nano recogiera el fruto de su contragolpe sentenciando el encuentro y dejando en La Romareda el sello de un equipo tan puñetero como imbatible y ganador.

Se acercaba la tercera victoria consecutiva del Cádiz CF, que bien pudo ser por goleada de no haber sido Alejo tan egoísta en una nueva contra en la que no vio a Caye antes de disparar para encontrarse de nuevo con el meta local.

Desesperada La Romareda en plenas fiestas del Pilar, solo los cadistas allí instalados disfrutaban con los últimos minutos de un partido en el que se sucedieron las ocasiones para los amarillos, que vuelven a Cádiz con la vista puesta ya en el Málaga, otro equipo que pasó por Zaragoza con un sistema defensivo y que rascó un punto. Habrá que ver como se comporta en La Rosaleda ante la visita del líder, que no entiende nada más que de victorias surgidas de un método con patente en Carranza y que lleva gafas.

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