2017, annus horribilis del Elche

Muy necesitado llega el Elche a Carranza. A los ilicitanos sólo les queda ganar sus dos últimos partidos de la temporada (en Cádiz y la semana que viene al Real Oviedo en el Martínez Valero) para lograr una permanencia que parecía atada hace no demasiado tiempo.

Recordando en cierta medida al descalabro de aquel Cádiz CF que firmó una de las páginas más negras de su historia con el descenso a Segunda B en el Rico Pérez de Alicante en el año 2008, las miradas se centran ahora en la entidad franjiverde. Y es que, de ser uno de los aspirantes al ascenso a Primera ha pasado a tener pie y medio en Segunda B al estar penúltimo a tres puntos de la zona de permanencia, con sólo seis puntos en juego.

Destituido Alberto Toril, al banquillo llegó Vicente Parras con el comienzo del mes de mayo. Lo hizo después de su notable actuación con el filial, pero la experiencia no ha sido nada fácil. Sin ir más lejos, el Elche sólo ha logrado desde entonces un punto de doce posibles, el logrado la semana pasada ante el Reus en el Martínez Valero. El resto de encuentros con el nuevo míster acabaron con tres derrotas: 1-0 ante el Mallorca, 0-1 frente al Mirandés y 2-0 en Getafe.

En otras palabras, nada que ver con la previa del encuentro de la primera vuelta en el coliseo franjiverde. En ese momento el Elche era décimo con 26 puntos, sólo cuatro menos que el Cádiz CF y a uno del 'play off' de ascenso. Ahora 18 son los puntos de desventaja sobre los cadistas y 17 con respecto a la fase de ascenso. Sólo 17 puntos más desde ese principio de un 2017 negro para ilicitanos. Otra historia bien diferente. Por desgracia para un club histórico del fútbol español.