Editorial

Otra reparación en la muralla de Cádiz

El lienzo del paseo Quiñones, que lleva hasta el Castillo de San Sebastián, presenta serios desperfectos. Es el nuevo escenario de los conciertos de verano

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La muralla que protege al casco histórico de Cádiz del efecto de mar ofrece síntomas de cansancio, quizás de vejez. Pero la ciudad no puede vivir sin ella. Los técnicos municipales acaban de dar la voz de alarma ante la aparición de serios daños en el paseo Fernando Quiñones, junto a La Caleta. La ausencia de basamento ha provocado la caída de algunos trozos del lienzo, lo que ha dejado al descubierto algunos arcos de carga de la fortificación. La actuación municipal ha sido rápida y ahora toca que la Demarcación de Costas se ponga manos a la obra y arregle los daños. En este punto es donde surge el debate. Como se recordará, el tramo de la muralla que afecta al parque Genovés y a la Alameda ha sido objeto en el último mes de una actuación no exenta de polémica. La aparición de unas profundas grietas en la pared, motivada por el efecto del oleaje, llevaron a la Demarcación a tomar medidas de urgencia, sin embargo, la fórmula adoptada para paliar el boquete no ha sido del agrado de todos. La Demarcación ha realizado una escollera a golpe de bloques de hormigón, depositados en la misma base de la muralla, rompiendo con ello la armonía de la fortificación. Costas ha justificado la medida argumentando que es la única forma de suavizar el impacto del mar en la muralla. La segunda operación ha sido el relleno de los agujeros de la muralla para evitar filtraciones y el ensanche de las grietas. El Ayuntamiento sabe que el tratamiento de la muralla es un asunto sensible para Cádiz y muchos esperan que la actuación en el Paseo Quiñones no se puede tratar a la ligera. Este paseo, que conduce al Castillo de San Sebastián, es objeto en verano de un mayor tránsito de peatones con motivo de los conciertos que allí se celebran.