CÁDIZ

La arquitectura gaditana o cómo la copia se vende mejor que el original

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Paseando por Cádiz se encuentran infinidad de imágenes que trasladan al espectador directamente a Iberoamérica. Murallas, baluartes defensivos, castillos, iglesias, casas palacio. Son muchísimos los elementos que entre los siglos XVII y XIX se exportaron a América. Otros tantos, cierto es, responden a modelos de ciudades europeas como La Valeta (Malta), Siracusa (Italia) o Amberes (Bélgica).

Sin embargo, y a pesar de tales similitudes -perfectamente retratadas por Vera Borja y González-Santiago en su exposición 'Americádiz. Un espejo entre continentes', que se puede visitar en el Castillo de San Sebastián-, los mismos elementos situados en otras latitudes han conseguido un reconocimiento internacional que no ha llegado en el caso de Cádiz. Hay en Latinoamérica, y singularmente en el Caribe, toda una serie de recintos amurallados y fortificaciones aisladas que siguiendo el modelo gaditano ya están inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, como son la Ciudad Vieja de La Habana y su sistema de fortificaciones; el Castillo de San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba; la Ciudad Colonial de Santo Domingo; la Fortaleza y Sitio Histórico Nacional de San Juan de Puerto Rico; el Puerto, la Fortaleza y el Conjunto Monumental de Cartagena de Indias; las fortificaciones de la costa caribeña de Panamá en Portobelo y San Lorenzo; o la Ciudad Histórica Fortificada de Campeche.

Muchas otras fortificaciones y recintos, no sólo en el Caribe, sino también en el Pacífico y el Atlántico Sur, tienen méritos similares aunque no figuren por ahora en la Lista oficial que autoriza la Unesco.