Detalle externo de la central nuclear de EDF en Cattenom, al este de Francia. :: CHRISTOPHE KARABA / EFE
Sociedad

La UE reclama a sus socios urgencia para frenar los gases de efecto invernadero

La ONU advierte del riesgo de desastres naturales, hambruna y guerras que traerá el cambio climático a lo largo de este siglo

BRUSELAS / TOKIO. Actualizado: Guardar
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La Unión Europea reclamó ayer a sus socios que actúen de manera urgente para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero. Tras la publicación de las conclusiones del II Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC), reunido en Tokio, que anuncia las consecuencias a corto y medio plazo del deterioro del planeta, la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, segura que tener conocimiento de todos estos extremos «es siempre bueno, pero sería mejor una mayor acción».

La responsable comunitaria recordó que la UE «está preparando un ambicioso objetivo de reducción para 2030 que se aprobará a finales de este año». Por este motivo, Hedegaard realizó «un llamamiento a todos los principales emisores para hacer lo mismo con urgencia. Es hora de tomar en serio el asunto».

El quinto informe del Grupo Inter gubernamental de Expertos, hecho público en Yokohama tras cinco días de reuniones, anuncia que con el aumento de las emisiones de CO2 se incrementarán este siglo los riesgos de conflictos, hambrunas, inundaciones y migraciones. También detalla de forma extensa el alcance del problema, que se aceleró a partir del siglo XX. Las temperaturas subirán entre 0,3º C y 4,8º C este siglo, lo que se añade a los 0,7º C desde que se inició la Revolución Industrial. El nivel de los mares aumentará entre 26 y 82 centímetros hasta 2100. El aumento de temperaturas recortará el crecimiento económico mundial entre un 0,2% y un 2% anual, calculan los científicos.

Por todo ello, el IPCC reclama un pacto mundial de aquí a finales de 2015 para limitar a 2ºC ese aumento en el siglo actual. Los impactos aumentan con cada grado centígrado y más allá de 4ºC podrían ser desastrosos, advierte el texto.

«El aumento de temperaturas incrementa la probabilidad de impactos severos, generalizados e irreversibles» en todo el mundo, apunta el informe. Si no se consiguen atajar esas emisiones, el coste podría elevarse a billones de dólares en daños a ecosistemas y a propiedades, en sistemas para protegerse del impacto de esos cambios. Las hambrunas podrían ser especialmente severas en los países tropicales y subtropicales. La Amazonía es uno de los ecosistemas que más puede verse perjudicado, junto a los polos, los pequeños estados insulares en el Pacífico y los litorales marítimos de todos los continentes.

Por regiones

El informe, de miles de páginas, detalla los efectos por regiones. En Sudamérica y América Central, los retos son la escasez de agua en áreas semiáridas, las inundaciones en zonas urbanas superpobladas, la caída de la producción alimentaria y de su calidad y la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos.

Las ciudades latinoamericanas deben modificar sus planes de urbanismo y de tratamiento de aguas. La producción agrícola deberá adaptarse a los periodos de sequía o de grandes lluvias, con granos más resistentes. Las zonas de selva virgen deberán mantener a raya la presión de los asentamientos humanos.

En Europa y Asia es probable que las temporadas y las cantidades de lluvia registren cambios dramáticos. Eso tendrá un impacto en las cosechas de trigo, arroz o maíz. Además, algunas especies de plantas o animales podrían desaparecer. Pero son los países del Tercer Mundo los que sufrirán las peores consecuencias.

Este documento es resultado de intensas deliberaciones entre centenares de científicos desde que la comunidad internacional aprobara en 1988 la creación del IPCC. El informe «es un libro de instrucciones para enfrentarse al cambio climático, pero también representa un marco para entenderlo, para entender sus implicaciones», explicó Chris Field, miembro del Instituto Carnegie, copresidente del IPCC.

El cambio climático puede provocar más conflictos regionales, a causa de las migraciones de poblaciones afectadas por las inundaciones y de la competencia para monopolizar agua y comida. «El cambio climático tiene tendencia a actuar como un multiplicador de amenazas», explicó Field. «Hay muchas cosas que hacen más frágil a la gente y cuando combinas un shock climático con esos factores, los resultados pueden ser malos», dijo.