Sociedad

¿Cómo es el nuevo Erasmus Plus?

Bruselas fija en 250 euros al mes la cuantía mínima de la beca por estudiante y repartirá la dotación según la población y el nivel de vida del país A partir de 2014 el programa de movilidad universitaria abarcará también la FP o la práctica empresarial

MADRID. Actualizado: Guardar
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El programa Erasmus ha permitido a casi 3 millones de universitarios europeos en los últimos 26 años cursar parte de sus estudios en otros países. Sin embargo, la reciente polémica entre el ministro José Ignacio Wert y la Comisión Europea a cuenta del nuevo sistema de reparto de las ayudas ha puesto de relevancia el cambio que se producirá a partir del próximo curso. Y es que Bruselas está a punto de reorientar este modelo para abarcar más ámbitos como la Formación Profesional, la práctica empresarial e incluso el deporte. Este nuevo y ambicioso programa de movilidad europea, denominado Erasmus Plus, contará con 14.700 millones de euros para el periodo 2014-2020, lo que supone un reseñable incremento presupuestario del 40%.

El nuevo Erasmus es más extenso que el actual e incluye otros tipos de proyectos hasta ahora independientes como el Leonardo da Vinci sobre FP y prácticas empresariales, el Grundtvig de aprendizaje de adultos o el Jean Monnet de cooperación. «Erasmus Plus es un programa vasto que crea confusión por la cantidad de campos que incluye más allá del universitario», reconoce el eurodiputado del PP, Santiago Fisas. El veterano político ha formado parte de la comisión de Educación del Parlamento Europeo que ha aprobado el nuevo modelo a falta de la ratificación el martes en el pleno.

Fisas reconoce que una de las principales modificaciones se encuentra en la forma de repartir el dinero a cada país, lo que motivó la polémica entre el Ministerio de Educación y la Comisión Europea. Hasta ahora los recursos se entregaban en función del número de universitarios, lo que beneficiaba a España al ser el país que más estudiantes aporta (40.000 este curso). Sin embargo, a partir del próximo año se tendrá en cuenta la población, la distancia entre país de origen y destino y el nivel de vida del lugar elegido por el estudiante. Estos tres factores representarán el 75% de la dotación, mientras que el 25% restante mantendrá los criterios actuales.

El departamento que dirige José Ignacio Wert aseguró que España se vería «perjudicada» con el nuevo sistema. Una afirmación desmentida por el portavoz de la Comisión al recordar que España tendrá un crecimiento del 4,3% el próximo curso. «En cifras globales España gana, pero con el sistema actual hubiéramos tenido más dinero. El nuevo sistema no es más favorable a España», reconoce Fisas. El eurodiputado recuerda que otros países como Alemania y Francia logran incrementos del 27% y el 18%, respectivamente. Un argumento que no convence a su compañero en la cámara europea, el socialista Sergio Gutiérrez. «Los cambios de criterios son neutrales, ni perjudican ni benefician a España», asegura el eurodiputado socialista.

Además de modificar el reparto por países, la UE también fija en 250 euros la cuantía mínima de la beca Erasmus que debe percibir un estudiante y en 500 euros la máxima. Estas cantidades incluyen tanto la aportación comunitaria como la del Estado o las comunidades autónomas. La idea es garantizar unos ingresos básicos para el estudiante e impedir la tentación de los gobiernos de decidir meter demasiado la tijera en esa partida. Actualmente los erasmus españoles reciben 215 euros en total (115 euros de la Comisión más 100 del Gobierno). Esta cantidad alcanza los 300 euros para los alumnos beneficiarios de una beca general el curso anterior.

Y es que el programa sigue siendo predominantemente educativo. De hecho, el grueso del presupuesto (77,5%) va a parar a ese capítulo, en especial a la movilidad universitaria (un 33% del total). El resto se reparte entre la FP (17%), educación escolar (15%) y aprendizaje de adultos (5%).

La UE también pretende facilitar la consecución de préstamos para estudiar un máster ofreciéndose como avalista. Para ello «aportará garantías parciales a los intermediarios financieros con respecto a los préstamos, concedidos en las condiciones más favorables posibles, a estudiantes de segundo ciclo de enseñanza superior». En la práctica supone que la UE cubrirá los avales de los préstamos destinados a los estudiantes hasta un máximo de 12.000 euros para un máster de un año y de 18.000 para dos. Una medida que genera recelo en algunos grupos, temerosos de que este procedimiento se convierta en una vía para sustituir poco a poco a las becas. «Somos escépticos. Debe ser una política complementaria, nunca sustitutiva», insiste Gutierrez.