Tráfico aprovecha la vuelta a la rutina para controlar el uso del cinturón

El final de las vacaciones y la vuelta al colegio nos llevan de nuevo a retomar la rutina. La Dirección General de Tráfico considera que dentro de esta vuelta a la normalidad se recupera el hábito de coger el coche para viajes cortos, es decir, desplazamientos al lugar de trabajo y, especialmente, trayectos cortos para dejar a los niños en los colegios. Ante esta situación, la DGT ha puesto en marcha una nueva campaña de seguridad orientada en esta ocasión al uso del cinturón de seguridad y al correcto funcionamiento de las sillas infantiles en el interior del vehículo.

La campaña, que finaliza el próximo día 15, tiene una especial incidencia en la provincia, donde la mayoría de los ayuntamientos colabora a través de sus policías locales. De hecho, el primer día de estreno de esta iniciativa se ha saldado con 779 vehículos controlados y 20 denuncias por infracción del artículo 17 del Reglamento de Circulación, que obliga al uso de este dispositivo de seguridad. Su incumplimiento supone una sanción de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné.

El uso del cinturón es esencial y no es reemplazable por otros métodos y debe ser usado en cualquier tipo de trayecto, corto o largo, urbano o por carretera, tanto en los asientos delanteros como en los traseros. La campaña que realizó la Jefatura Provincial de Tráfico el pasado año en favor del uso del cinturón de seguridad se saldó con 23.762 conductores controlados. Se trata de una medida que ha ido calando entre los conductores y, prueba de ello, son las cifras de aceptación que tiene en Cádiz. Según los datos aportados por la Jefatura de Tráfico, el 88,56% de los conductores lo utiliza en las vías urbanas mientras que la cifra alcanza el 99,18% en las carreteras.

Cuando se produce un choque hay dos impactos: el primero es la colisión como tal, y el segundo es el choque de los ocupantes con el vehículo mismo, que incluso los puede mandar despedidos fuera de éste. Las estadísticas indican que una persona lanzada fuera del vehículo tiene 5 veces más probabilidades de morir que aquella que permanece en el interior del coche. Cuando se produce un accidente, el automóvil se detiene violentamente, pero los ocupantes siguen viajando a la misma velocidad. Nada los detiene, salvo el volante, el parabrisas o el panel. Este es el segundo impacto. Un golpe de este tipo a sólo 50 km/h equivale a caer de boca desde el segundo piso de un edificio.

Los cinturones traseros son obligatorios desde 1992, y no fue hasta 1998 cuando se reguló el uso obligatorio de sillas homologadas de retención infantil para los menores de tres años. En la actualidad está prohibido que niños menores de 12 años viajen sin un sistema de retención homologado a su peso y talla.

En cuanto al uso de las sillas infantiles, el resultado también es positivo. Los datos reflejan que de los 1.622 menores de doce años controlados el año pasado, la utilización de los elementos de seguridad en vía urbana fue del 94,5% en los asientos delanteros y del 92,26%, en los traseros. En carretera, los porcentajes de uso fueron del 100% en los asientos delanteros y del 99,4%, en los traseros.