Chiclana

Fallece un hombre y nadie lo echa de menos en semanas

Policía Local y Guardia Civil acuden a la llamada de los vecinos que alertaron del fuerte olor que salía del bajo del número 17 de la calle Fierro

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Hacía entre dos y tres semanas que ningún vecino de la calle Fierro lo había visto salir por la zona, pero nadie se percató de su fallecimiento hasta que agentes de los cuerpos de seguridad entraron en la vivienda y lo vieron con sus propios ojos.

Los vecinos del piso de arriba del número 17 de la céntrica calle llamaron en la mañana de ayer a la Guardia Civil para dar aviso del fuerte olor que salía de la plata baja del edificio. Entonces, se lo imaginaron. Su vecino, un varón de unos 60 años de edad, había fallecido y su cuerpo llevaba allí más de dos semanas. Al conocer la noticia, varios ciudadanos residentes en la zona que se concentraron en la calle al saber de lo ocurrido, reconocieron que al pasar por la altura de la vivienda «había un olor muy fuerte».

Junto a los agentes de los cuerpos de seguridad que entraron en la casa, un vecino del bloque anexo pasó con ellos e identificó el cadáver. Una vez fuera, explicó que la descomposición del cuerpo era «muy aparente» y el hedor «casi insoportable» en un inmueble que además estaba completamente cerrado. Este ciudadano también señaló que el cuerpo se encontraba entre la cama y la pared, lo que hizo pensar a los policías y guardias civiles allí presentes que el finado había caído al intentar levantarse de la cama.

Una vez se encontró el cuerpo, durante la mañana llegaron a esta casa de la calle Fierro la forense y dos agentes del equipo de investigación policial, que recogieron las pruebas para determinar la causa y las condiciones de la muerte.

También fue avisada la familia para comunicarles lo ocurrido, en concreto una hermana que reside en la localidad vecina de San Fernando.

El fallecido vivía solo, estaba soltero y no tenía hijos. Aunque arrastraba problemas de movilidad tras sufrir un accidente, quienes lo conocían, comentaron ayer que se negaba «a tener a una persona que lo ayudase». Según explicaron, para moverse por la zona necesitaba ayudarse de una muleta.

A partir de ahora será la investigación judicial y forense la que determine si el vecino de la calle Fierro falleció por causa natural y su cuerpo permaneció en su vivienda desde entonces sin que nadie se percatase, o si una caída le produjo la imposibilidad de moverse y la situación de abandono le acabó provocando la muerte.