CÁDIZ

Las cuentas pendientes de Susana Díaz con Cádiz

La dimisión de José Antonio Griñán le abre las puertas de la presidencia desde donde deberá librar varios frentes abiertos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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A principios de la semana que viene, Susana Díaz se convertirá en la primera mujer en dirigir la Junta de Andalucía después de que José Antonio Griñán presentara ayer su renuncia en el Consejo de Gobierno. Por delante le esperan grandes retos centrados, en su mayoría, en sacar a la comunidad andaluza de la crisis, pero no deberá olvidar los compromisos adquiridos como consejera de Presidencia con la provincia, cargo que ha ostentado en los últimos quince meses. Durante este periodo, la que ha sido la mujer de confianza de José Antonio Griñán, ha tomado parte en algunos de los asuntos más conflictivos de Cádiz, posicionándose en algunos, como en el caso de Las Aletas, u ofreciéndose como intermediaria en otros como con la guerra abierta contra el colectivo de los exdelphi. Su inminente ascenso trae consigo la apertura de un periodo de incertidumbre dominado sobre todo por un posible cambio de Gobierno. Ya el consejero de Agricultura, Pesca y Medio, Luis Planas, anunció su decisión de retirarse una vez que se produjera el cambio de poder. Aún no se saben si otros seguirán su ejemplo o si será la propia Susana Díaz la que nombre a nuevos consejeros lo que a su vez puede repercutir en las delegaciones provinciales. Se espera que entre los nuevos nombramientos se encuentre algún gaditano que haga ganar algo de peso a la provincia.

Ya sea con los mismos nombres o con nuevos recambios, la todavía consejera deberá afrontar varios conflictos abiertos en la provincia.

Las Aletas

Hasta en dos ocasiones ha acudido en el último año Susana Díaz para participar en el Consejo Rector de Las Aletas en el que ocupa el cargo de vicepresidenta, un puesto que sin duda tendrá que delegar en otra persona ante las nuevas responsabilidades que tiene que asumir. Este nuevo delegado (o delegada) deberá mantener el clima de concordia alcanzado en la última reunión, imprescindible si se quiere sacar adelante el proyecto industrial después de tantos años atascado. El nuevo nombramiento urge puesto que se espera que el Consejo de Ministros apruebe este otoño la nueva reserva demanial que permita de una vez por todas reanudar los trabajos. Uno de los puntos más conflictivos y que está sobre la mesa de estudio es la propuesta de la compra de los terrenos de la antigua factoría de Delphi.

Delphi

Sin duda se convertirán en la piedra de su zapato después de que el Gobierno andaluz haya mostrado en varias ocasiones su intención de dar por finalizado el protocolo firmado en 2007. El colectivo no le va a conceder ninguna tregua ya que han convocado para el 2 de septiembre una concentración de 48 horas frente a la delegación del gobierno de la Junta en Cádiz para recordar que el problema persiste. Susana Díaz no sólo deberá trasladar sus demandas al consejero de Empleo como ya se comprometiera en una visita a la ciudad como consejera ya que desde su nueva posición, el colectivo le pedirá que haga todo lo que esté en su mano. La situación para los más de 400 extrabajadores que quedan por recolocar se ha convertido en crítica y puede empeorar «cuando en octubre se acaben las ayudas por desempleo», según señalaron fuentes sindicales. Además, deberá enfrentarse a la demanda judicial que están preparando los servicios jurídicos de los cuatro sindicatos implicados por «agravio comparativo». En el último mes los ánimos se han apaciguado pero ya han advertido que con el reinicio del cursos político volverán las protestas y las movilizaciones.

Astilleros

Ha sido uno de los sectores que ha recibido mayor apoyo por parte de su predecesor, José Antonio Griñán. Tanto en el parlamento como ante los medios, ha propuesto la necesidad de crear un lobby gaditano que acoja a todos los sectores de la provincia para hacer presión para conseguir carga de trabajo para las tres factorías de la Bahía de Cádiz. Griñán ha mantenido varios encuentros tanto con los representantes de la empresa como de los trabajadores para calmar los ánimos de protesta, aunque todos en Sevilla, en pocos ha estado Susana Díaz. A primeros de año, los representantes de los tres comités de Navantia en la Bahía de Cádiz invitaron a Griñán a que visitara las factorías gaditanas para conocer de primera mano la situación que atraviesa. A pesar de que el actual delegado del Gobierno andaluz, Fernando López Gil, se comprometió a trasladar la invitación, la visita no se ha producido.

Por su parte, los trabajadores de la industria auxiliar naval, más conocidos como los parados del metal, señalaron que Susana Díaz ya ha mostrado interés por mantener una reunión con esta plataforma «aunque deberá venir a Cádiz porque nosotros no tenemos dinero para ir a Sevilla», explicaron algunos miembros de este colectivo.

Lo que esperan los distintos miembros de estos grupos es que Susana Díaz se deje ver más por Cádiz que su predecesor José Antonio Griñán, quien desde la celebración de las últimas elecciones sólo ha venido a la provincia cuatro veces, dos de ellas en Algeciras y otras dos en Cádiz con motivo de la celebración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz.