Guerra abierta en La Isla

Tarde o temprano iba a suceder. Se mascaba en el ambiente, esa tensión contenida que se liberó el pasado martes. El expresidente del San Fernando Pepe Tréllez había 'desaparecido' del panorama futbolístico desde que abandonara el cargo a finales de la campaña pasada, sucedido por la actual junta directiva.

Pero en la última asamblea de socios, su nombre salió a relucir nuevamente, abriendo la caja de los truenos. El club informaba de que se habían tenido que hacer cargo de la deuda que quedó de la gestión anterior, una cifra que sumaba 84.000 euros. A su vez, señalaban que «ha sido imposible hacer un estado contable de la 2011/2012 por la falta de documentación». El asesor contable, Alejandro Zapata, comentaba que pese a anunciarse un beneficio de 20.000 euros en esa etapa, «no se pueden aprobar esas cuentas al no ser fiables», y corroboraba el pago de esa deuda por parte de la actual directiva.

Pues bien, el martes Pepe Tréllez convocaba a los medios para una rueda de prensa en el bar Numebar, en el polígono de Fadricas, en la que atacó duramente a las cabezas visibles de esa directiva: a Zapata, a su director general Manolo Leira y al presidente Daniel Luna. Para ello utilizó calificativos como «sinvergüenzas», reconoció sentirse «traicionado» y que se ha establecido una «campaña de desprestigio hacia su persona».

En el seno de la entidad azulina muestran su indignación por las palabras de Tréllez, al que acusan reiteradamente de mentir, una vez tras otra, y por ello han puesto la grabación de tales declaraciones en manos del servicio jurídico de la entidad. El presidente Daniel Luna prefiere no responder públicamente a estas palabras, llevará el caso a los Tribunales para que Tréllez demuestre todo lo dicho con documentos. La indignación es mayúscula y lo denunciarán por calumnias e injurias.

Además de las decisiones que tome cada directivo a nivel particular, desde el San Fernando se quiere emitir un comunicado lamentando las manifestaciones del anterior presidente.

José Tréllez se explayó bien a gusto el pasado martes. Tenía la necesidad «de parar los pies» a los actuales dirigentes «o esto se va a desmadrar». Criticó duramente «a esos dos o tres directivos que durante el último mandato se han dedicado a difamar y desprestigiar a mi persona» y « tuvieron la desvergüenza de darme el último número de socio».

«Los que estaban al lado mía me daban puñaladas por la espalda e, incluso, en el partido del ascenso en Llodio suplantaron mi personalidad, ya que otra persona entró como presidente y yo tuve que pagar mi entrada», apuntaba en una rueda de prensa que recoge literalmente el portal deportedelaisla.com. «Ha sido la operación perfecta y el atraco ha sido mejor todavía que el de las películas del 'Secreto de Thomas Crown' y 'La Roca'». Se defendió diciendo que aunque dejó deudas, también partidas de futuros ingresos para paliarla.