Bersani echa por tierra un nuevo acuerdo con Berlusconi

La formación del nuevo Ejecutivo italiano es un complicado juego a tres bandas en el que Silvio Berlusconi no quiere perder baza. El ex primer ministro y líder del conservador Pueblo de la Libertad (PDL) propuso ayer al líder del centroizquierda italiano, Pierluigi Bersani, la creación de una gran coalición de Gobierno entre ambas formaciones para poner fin a la situación de inestabilidad política en la que está sumida Italia. Pero lo hizo como siempre, a su manera. «Nosotros les diremos a estos señores de la izquierda que nos sentamos a la mesa solo si se habla de un Gobierno juntos. Por ejemplo, Alfano como viceprimer ministro y Bersani como primer ministro», expuso Berlusconi.

Fue más allá. 'Il Cavaliere' dejó bien claro a Bersani que otra de las condiciones para negociar sería que la coalición de centroizquierda que lidera no acapare todas las instituciones, entre ellas la presidencia de la República, para la que propone la elección de un «moderado», cargo que aunque no lo diga se entiende que llevaría su nombre.

Bersani y Alfano, secretario político del PDL y considerado primera figura del partido hasta la vuelta a escena de Berlusconi para las elecciones generales, mantuvieron una estrecha colaboración durante los trece meses del Ejecutivo tecnócrata de Mario Monti. Sin embargo, la propuesta del magnate no convence a Bersani, enfrascado en su ronda de contactos para la formación de Gobierno. «Estamos en el meollo y hay que hacer discursos serios. No se puede anunciar la guerra mundial por la mañana y abrazarse por la tarde», dijo el ganador de las elecciones en respuesta a las advertencias lanzadas por Berlusconi, en las que amenaza con paralizar la actividad parlamentaria y organizar protestas para que se vuelva a las urnas si Bersani rechaza su propuesta e impone un candidato para ocupar el Quirinal.