Silveira avanza con la pelota ante la oposición del jugador cabecense. :: JOSÉ LOJO
r. portuense 1 - cabecense 1

Una hora con un jugador más no fue sinónimo de victoria

Rafi Cruz adelantó al Racing al inicio desde el punto de penalti, Jesús Mari empató a renglón seguido y Chico I dejó con diez a un Cabecense que sacó un valioso punto

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Con un empate se tuvo que conformar el Racing Portuense en un partido que comenzó de manera eléctrica, pero que se fue apagando con el paso de los minutos. Del trepidante inicio se pasó a un juego anodino y sin apenas ocasiones. Sin más.

Fue un punto ante un Cabecense que llegaba al José del Cuvillo en la quinta plaza y con la vitola de ser una de las revelaciones de la presente temporada. Pero también fue una igualada ante un rival que jugó casi una hora con un jugador menos debido a la expulsión de Chico I. Y es que, el lateral rojinegro cometió un penalti absurdo al tocar el balón con la mano en el segundo minuto y, 24 minutos más tarde, se fue a la caseta por una falta insulsa en el centro del campo.

Su primer error lo aprovechó el equipo local al transformar Rafi Cruz la pena máxima, pero el segundo se quedó en una simple anecdóta, ya que el Racing, aunque contaba con superioridad numérica, apenas puso en apuros al guardameta Revuelta.

La tarde, que se presentaba muy bien para los hombres de Mere, transcurrió sin pena ni gloria. En primer lugar porque Jesús Mari cabeceó cruzado al fondo de las mallas un balón centrado por Guti desde la banda derecha. Y en segundo lugar porque los pupilos de Diego Román supieron leer el partido y no pasaron apuros frente a los racinguistas, que ayer jugaron de blanco por los problemas del Cabecense a la hora de seleccionar su equipación. Ver para creer.

Bien es cierto que Raúl Silveira, Raúl López y Jesuli buscaron el segundo gol en los primeros 15 minutos. Sin embargo, los intentos rojiblancos se perdieron lejos del marco defendido por Revuelta.

Jesús Mari, uno de los grandes referentes rojinegros en la jornada de ayer, también probó fortuna en el minuto siete, pero su lanzamiento salió alto y desviado.

Menos se puede contar de la segunda mitad. Un disparo desviado de Jesús Mari (59'), otro similar de Gabriel (61') y el intento del local Alberto desde la frontal (72') completaron la raquítica lista de aproximaciones. Poco más se puede decir de un partido marcado por las interrupciones del juego y el afán del colegiado onubense García Lozano por sacar cartulinas amarillas.

Matallanas, otro expulsado

Y en una de esas acciones, el Racing se quedó con diez hombres sobre el césped por la expulsión de Matallanas (83'). La balanza se niveló en ese apartado, pero poco más se pudo contar de ahí al final. Sólo el empuje de los locales (la zaga rojinegra rechazaba todos los intentos portuenses, sobre todo uno de Sergio Beato) y los contragolpes visitantes pusieron la 'incertidumbre' en el cuerpo de los espectadores. Y para de contar.

Apático epílogo para un encuentro que fue perdiendo chispa hasta apagarse. Una tarde fácil de olvidar en la que sólo quedará la vuelta del canterano Jesuli al once inicial. El portuense cumplió en la zaga y demostró que su lesión ya está olvidada.

En resumidas cuentas, un punto más para que el Racing asegure la permanencia en Tercera División. Otro pequeño paso para seguir en la categoría después de varias semanas de marejada. Y todo ello ante un Cabecense que sólo ha perdido tres veces este curso. ¿El vaso medio lleno o medio vacío? Cuestión de gustos.