Críticas para desviar la atención

'Unos crían la fama y otros cardan la lana'. Algo así deben pensar en el seno del Partido Popular, al que en los últimos meses le llueven las críticas por los recortes llevados a cabo desde el Gobierno central liderado por Mariano Rajoy, acrecentadas a raíz del 'caso Bárcenas'. Sin embargo, tanto en recortes como en presuntos casos de corrupción, el PSOE tiene tanto o mayor bagaje que los populares, pese a que las críticas son mucho más suaves. Señas inequívocas de que la política de comunicación y las campañas de 'acoso y derribo' al rival político se dirigen mucho mejor desde las filas socialistas.

Sin embargo, a raíz de la huelga de estudiantes iniciada ayer para protestar por la reforma educativa del ministro Wert, la diputada popular Felicidad Rodríguez, se expresó de manera clara y contundente al afirmar que en la Junta se ha instalado el «cinismo» al alentar unas movilizaciones en una materia en la que el Gobierno andaluz tiene transferidas todas las competencias. Recuerda Rodríguez que es la Consejería de Educación la que ha eliminado las pagas extras a los profesores o la que recortado el presupuesto en 588 millones en Educación y en 223 en infraestructuras y equipamientos educativos. Pese a ello, las quejas estudiantiles, en esta ocasión, se dirigen solo al Ejecutivo central.

Algo similar ocurre con las infraestructuras. Fue bajo el mandato del ministro José Blanco cuando el segundo puente estuvo paralizado y es ahora, cuando la obra avanza a ojos vista, cuando saltan las voces socialistas criticando la lentitud de dichos avances. Voces que no se alzan para reclamar a la Junta de Andalucía que cumpla su compromiso de llevar a cabo el proyecto del tranvía de la Bahía, que desde hace años está parado y no hay visos de que vaya a retomarse ni siquiera a medio plazo.