Berlusconi, incapaz de parar la sentencia del caso 'Ruby' antes de las elecciones

La sentencia del juicio en primera instancia del caso 'Ruby', en el que Silvio Berlusconi está acusado de prostitución de menores y abuso de poder, llegará probablemente antes de las elecciones generales de Italia del 24 y 25 de febrero. El tribunal de Milán, tras pensarlo cuatro horas, rechazó ayer la petición de sus abogados de suspender las vistas durante la campaña electoral y derribó así el último obstáculo que se les había ocurrido para frenar el proceso. El fallo irrumpirá por tanto en la campaña. Si es inocente, el ex primer ministro y líder de la derecha saldrá reforzado, pero una condena puede hundirle. Aunque le sacaría partido presentándolo como otra prueba de la supuesta persecución judicial que sufre desde hace años. Ayer ya explotó el filón victimista con otra de sus bazas clásicas: anunció que no dará mítines en espacios abiertos porque teme agresiones y «ciertas autoridades» se lo han «suplicado» por seguridad.

En Italia todo el mundo es inocente hasta la tercera y última sentencia del Supremo, pero el votante quizá considere el efecto, al menos internacional, de un posible primer ministro condenado por prostitución de menores. La defensa del magnate había solicitado parar el juicio para «evitar un uso instrumental» del proceso y «problemas mediáticos». Además esgrimían un «legítimo impedimento perenne» de su cliente, ocupado en la campaña. Los jueces concluyeron que «la actividad política de un ciudadano» no es motivo para paralizar un proceso. Salvo nuevos ardides de los abogados de Berlusconi ya solo queda la intervención final de fiscal y defensa y luego, la sentencia a inicios o mediados de febrero.

La fiscal, Ilda Boccassini, pesadilla del 'Il Cavaliere', se opuso usando contra él una de sus últimas argucias: para hacer posible una alianza imprescindible con la Liga Norte, que le vetaba, el mandatario dijo renunciar al puesto de primer ministro, aunque habrá que verlo, y Boccassini ayer hizo notar eso mismo, que ni siquiera es el candidato de su partido, y tampoco secretario general, un cargo en el que colocó a Angelino Alfano cuando lo lanzó como sucesor el año pasado.

En realidad lo de no ser el candidato oficial a primer ministro es un truco: no existe esa figura. Según las reglas, solo es necesario que una coalición indique su líder, no el candidato a primer ministro, que se puede decidir después. Tras los comicios, donde los sondeos le dan por ampliamente derrotado, Berlusconi ya verá qué hace si llega a ganar. De hecho, para sorpresa de la Liga, en el símbolo del partido del magnate presentado anteayer estaba escrito bien claro: «Berlusconi presidente».

Debates televisivos

La jugada también le ha perjudicado en los debates televisivos, pues el líder del Partido Demócrata (PD) de centroizquierda y favorito en los sondeos, Pierluigi Bersani, se ha negado a enfrentarse a él, pues en teoría no aspira a primer ministro. Es un revés para el magnate, volcado en la remontada y que quiere explotar a fondo la televisión. El jueves incluso se metió en la boca del lobo, Servizio Pubblico, el programa de Michele Santoro, su gran enemigo mediático. Pero Berlusconi, de 77 años, aguantó el tipo con desparpajo y salió muy vivo. Sigue siendo un monstruo escénico.

La otra noticia era que 'Ruby', la joven marroquí que protagoniza el caso por sus relaciones con el ex primer ministro cuando era menor y acudía a sus fiestas, por fin iba a prestar declaración. Había dado plantón al tribunal dos veces y hasta se dio orden a la Policía de buscarla, pero resultó que estaba en México de vacaciones. Tanta expectación se desinfló porque al final no pudo declarar, ni volverán a llamarla.

Karima el Mahroug, 'Ruby', que ahora tiene 20 años y acudió con su novio, había sido convocada por la defensa de Berlusconi, pero al final los letrados renunciaron a su testimonio y aceptaron que se incorporen a las actas sus interrogatorios. Es lo que había hecho la Fiscalía, que ante las trolas y contradicciones de 'Ruby', cazada también en escuchas telefónicas, no tenía interés en darle más carrete. Los abogados del 'Il Cavaliere' han debido de pensar lo mismo.