Uribetxebarria recibe el alta para morir en casa

El preso de ETA Iosu Uribetxebarria Bolinaga, al que la Audiencia Nacional concedió la libertad condicional el pasado 19 de septiembre por el avanzado estado del cáncer de riñón con metástasis que padece, abandonó la tarde de ayer el hospital Donosti de San Sebastián, en el que ha permanecido ingresado durante 41 días mientras recibía quimioterapia y radioterapia. El secuestrador del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara salió del centro sanitario a las 19.25 horas acompañado de su hermano, que lo trasladó a su domicilio de Mondragón, donde, al parecer, ya no recibirá tratamiento oncológico.

Uribetxebarria, muy delgado, vestido con un chándal negro y txapela, con gafas colgando de su cuello y llevando en una mano una botella de agua, se dirigió por su propio pie a un vehículo negro a pesar de que mostraba una imagen de extrema debilidad. Durante su caminar fue interceptado por el portavoz del colectivo de presos Herrira, Jon Garai, con quien se abrazó antes de saludar a las numerosas cámaras de televisión y fotógrafos que se arremolinaron frente al recinto hospitalario desde varias horas antes, ya que su alta estaba prevista para primeras horas de la tarde, aunque finalmente se retrasó porque el doctor que le ha tratado tuvo que redactar un informe médico que el paciente debe enviar a Instituciones Penitenciarias.

Fuentes médicas especificaron que el preso etarra pesa en la actualidad solo 48 kilogramos y que su estado de salud se ha agravado durante las últimas fechas tras sufrir varios trombos. Desde colectivos cercanos a los reclusos de la banda se añadió que su estado salud es crítico y que nada más podía hacerse ya por su vida en la clínica.

Uribetxebarria, condenado asimismo por tres asesinatos, deberá cumplir desde su hogar unas medidas cautelares impuestas por el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro.