Economia

Una marea ciudadana reclama un referéndum

Decenas de miles de personas acuden a la protesta contra la política económica y los recortesLos sindicatos dicen que «la llave de la huelga general la tiene el Gobierno» y que no pararán las movilizaciones

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Diez columnas de ciudadanos venidos de toda España marcharon hoy sobre Madrid para gritar '¡basta ya!' a los recortes y exigir un referéndum sobre la política económica del Gobierno, más aún ahora que se ve en ciernes un rescate. Eran, sobre todo, funcionarios, sindicalistas, profesores, trabajadores de la Sanidad, ferroviarios, bomberos, todos ellos afectados directamente por los ajustes en el sector público, que en mareas de distintos colores hacían visible su protesta. Pero también trabajadores del campo, de la industria, madres y padres con sus hijos y muchos jóvenes, que aguantaron un calor sofocante convocados por los sindicatos mayoritarios y las 150 organizaciones que integran la Cumbre Social para intentar poner freno a una política que, dicen, está provocando una «fractura social».

La asistencia en la plaza de Colón de Madrid fue multitudinaria, aunque, como casi siempre, las cifras que dan unos y otros divergen: para la delegación del Gobierno hubo entre 50.000 y 65.000 personas; los convocantes no quisieron entrar en guerra de cifras pero hablaron de cientos de miles de personas, sin dar un número concreto.

Los sindicatos aspiraban a que la concentración tuviera «trascendencia histórica», pero también avisaron al Gobierno de que la movilización no acababa el 15 de septiembre. «Que Rajoy no crea que esto se va a acabar aquí. Nosotros llegaremos tan lejos como el Gobierno quiera llegar», advirtió el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, que quiso dejar a la responsabilidad del Gobierno la medida de presión más dura: «La llave de la huelga general la tiene el Gobierno».

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, acusó al Gobierno de que, con sus políticas, España va a pasar de ser un «Estado de derecho social a un Estado de beneficencia» y de «facilitar, con las privatizaciones, negocio a sus allegados». En su intervención ante los manifestantes, Méndez fue muy duro con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Le acusó de actuar como un «ratón» en la Unión Europea, con «sumisión y servilismo», mientras en España actúa con «arrogancia y soberbia». Del ministro de Economía, Luis de Guindos, principal representante de España en los foros comunitarios, dijo que «ha dimitido mentalmente de su responsabilidad». Este fue uno de los momentos más calientes de la concentración cuando se corearon gritos de '¡Fuera, fuera!' contra el ministro.

Tanto Méndez como Toxo reclamaron una consulta popular sobre la política económica porque las medidas aplicadas «son dudosamente constitucionales» máxime cuando el Gobierno ganó las elecciones con un programa distinto. Méndez enfatizó que el referéndum es «una cláusula de salvaguarda democrática» y un derecho del pueblo y Toxo se lo brindó al Ejecutivo como una vía para «blindarse» con la ciudadanía y tener una posición más sólida para exigir a la UE un cambio de políticas.

Síntomas preocupantes

La Cumbre Social considera que, además, están apareciendo «síntomas preocupantes de autoritarismo político que amenazan la calidad de nuestro sistema democrático» y exigió al Gobierno que escuche el «clamor ciudadano» de la protesta. En ese sentido, el presidente del sindicato de funcionarios CSIF, Miguel Borra, afirmó que «los políticos tienen que escuchar el mensaje» porque «no podemos seguir pagando la crisis los mismos».

También han intervenido portavoces de diferentes plataformas sociales, como Ana Lima, representante del Consejo de Trabajadores Sociales, que denunció el aumento de la pobreza y la exclusión social como consecuencia de los recortes. Ricardo Ibarra, presidente del Consejo de la Juventud de españa y representante de la plataforma en defensa del estado del Bienestar, instó a «no aceptar que no haya posibilidades para toda una generación».

Las mareas de colores -verde de la Educación, blanca de la Sanidad, negra de los funcionarios, violeta de las mujeres y naranja de los trabajadores sociales- se concentraron en Colón bajo pancartas con el lema general 'Quieren arruinar al país, ¡hay que impedirlo!' y otros como 'No es crisis, es expolio', 'Para defender el futuro', o 'La reforma laboral, terrorismo laboral'.

Sin incidentes

La concentración se resolvió sin apenas incidentes. El Samur tuvo que atender a 24 personas por lipotimias o caídas de carácter leve, aunque cinco de ellas fueron trasladadas al hospital aunque su situación no es de gravedad. Por otra parte, hubo cuatro personas detenidas acusadas de resistencia a la autoridad por negarse a facilitar su documentación a la Policía, que fueron puestas en libertad por la tarde. Al estar la sede del Partido Popular cerca de la Plaza de Colón, lugar de la concentración, un grupo de manifestantes intentó llegar a ella no pudiendo hacerlo por estar rodeate dispositivo policial.