La comunidad del Convento de Santo Domingo sustituye el dinero por la mano de obra. :: VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

El cepillo de la Iglesia se queda limpio

El elevado número de templos de la ciudad y la crisis económica son las principales causas del déficit en las colectas Bajan los donativos para obras sociales y mantenimiento en conventos y parroquias

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«En estos tiempos se sustituye la mano por la moneda». Con estas palabras explica Pascual Saturio, prior del Convento de Santo Domingo, la estrategia que sigue su comunidad para vencer el vacío que deja la crisis en los cepillos de los templos. Esta costumbre que forma parte de la misa ha dejado de dar beneficios a las iglesias, que ven cómo su recaudación desciende con el paso de los meses. Las colectas, fruto del paso del cepillo en horario de misa y de las ofrendas de los altares, ya no cubren los cuidados que requieren los templos para su mantenimiento y para mantener su compromiso con los más necesitados.

«Hemos notado un descenso de las coletas del 50% con respecto a 2011. No sé cómo vamos a salir de esta situación», afirma el guardián del Convento de San Francisco, una comunidad que trabaja a diario por los más desfavorecidos con campañas de recogida de ropa, alimentos y hasta de tapones para niños con problemas de movilidad . «Hasta nuestra puerta acuden a diario una media de 20 personas para pedir comida. Si no contamos con dinero suficiente para la compra de enseres, nos resulta muy complicado seguir con nuestra misión», subraya el religioso. «Hemos tenido que prescindir del pan de San Antonio», reconoce con pesar el religioso, que añade a sus preocupaciones el desgaste del retablo principal del templo. «Me gustaría arreglarlo, pero no hay dinero suficiente».

En la misma situación está Balbino Reguera, párroco de la iglesia de La Merced y Santa Cruz. El religioso llegó a la capital hace poco más de un año dispuesto a sofocar las pérdidas. «Es cierto que la crisis económica ha afectado a las colectas. Recaudo una media de 450 euros mensuales entre Santa Cruz y La Merced. Comencé el año con un déficit de 2.600 euros, una cifra que ha ido en aumento hasta llegar hasta 3.500 euros en el mes de junio», subraya Reguera.

Si a los boquetes en los bolsillos de los feligreses se añade un total de 20 parroquias en la capital que necesitan dinero para su manutención, el agujero se hace más grande. Más puertas abiertas a la casa de Dios que suponen un mayor reparto de las donaciones, «Este problema se agudiza porque en Cádiz hay muchas iglesias. En los pueblos se concentra la labor de la comunidad cristiana en menos templos y esto se nota a la hora de contabilizar las colectas», señala Reguera.

Devotos en acción

Ante este desolador panorama, cada templo ha desarrollado su propia estrategia para vencer al déficit. La comunidad cristiana del Convento de Santo Domingo ha unido sus fuerzas para mantenimiento del templo, que celebra mañana el traslado de la patrona Virgen del Rosario a la iglesia de San José. Cada devoto aporta su granito de arena para conseguir que la montaña siga en pie. «Si hay una gotera, pues el que es fontanero lo arregla, que hay que arreglar algo del decoro, pues también hay albañiles entre los fieles de esta comunidad», explica el padre Pascual Saturio, que añade que su comunidad la componen personas con pocos recursos, por lo que esta situación no es nueva para ellos. «La Iglesia siempre la han mantenido los pobres con su esfuerzo», concluye el prior.

En estos tiempos donde las ideas se revalorizan, surgen nuevas técnicas de recaudación enfocadas a dar para recibir. Almanaques de San Martín de Porres, la revista especial 'Origen de San Martín' o el libro 'Negros y frailes en el Cádiz del siglo XVII. Historia del Convento de Santo Domingo', son algunos ejemplos de las propuestas que están a la venta en el altar para conseguir reunir más capital. En estos tiempos, el valor del dinero hace que la desesperación mire al cielo.