ESPAÑA

Un acto con el Rey recrudece la disputa intestina en el Poder Judicial

Los vocales 'rebeldes' intentar impedir que sea el presidente quien reciba al Monarca en el bicentenario del Supremo

MADRID. Actualizado: Guardar
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El peor momento de la crisis en la judicatura por los viajes de Carlos Dívar va a coincidir con un acto protocolario que hasta ahora solo tenía mero interés institucional, pero que conforme avanzan los acontecimientos tiene visos de convertirse en un verdadero campo de batalla judicial: la celebración el próximo lunes del bicentenario del Supremo, un evento de gran boato en el que el alto tribunal trabajaba desde hace meses con la idea de que sirviera para relanzar la imagen de ese órgano y al que acudirá el Rey.

Y ahí se han desatado las hostilidades. Los cinco vocales 'rebeldes', los mismos que el 24 de mayo exigieron en el pleno del Consejo General del Poder Judicial la dimisión de Dívar al poco de conocerse los datos de sus viajes a Marbella, volviero ayer a la carga. José Manuel Gómez Benítez, el que inició la polémica con su denuncia, y los vocales Margarita Robles, Inmaculada Montalbán, Félix Azón y Carles Cruz creen que Dívar no puede ser la persona que encabece el tribunal en tan histórica conmemoración y pidieron este miércoles al Consejo la celebración de un nuevo pleno para forzar una nueva votación para echar a Dívar cuanto antes.

Al solicitarlo cinco vocales, ese pleno, según la Ley Orgánica del Poder Judicial, debería convocarse antes de 72 horas, por lo que se celebraría antes de la visita del Rey. Incluso el sábado, que es hábil para estas cuestiones. Los 'rebeldes' saben que, por ahora, siguen siendo minoría y que apartar a Dívar antes del lunes es casi misión imposible, pero creen que pueden contar con el apoyo de otros cuatro vocales, con lo cual serían nueve críticos contra once oficialistas. El presidente queda al margen.

Se anticipó

Sin embargo, Dívar supo de esta maniobra antes de que los vocales presentaran su petición, incluso antes de que la Sala de lo Penal del Supremo decidiera no admitir la querella contra él. Así, todavía con los magistrados del alto tribunal reunidos, el presidente convocó de urgencia una reunión del Pleno del Consejo de carácter «deliberativo», en la que no se vota, para el 21 de junio y con un único punto en el orden del día, «debate sobre la situación que está atravesando el Consejo General del Poder Judicial».

Al cierre de esta crónica, y salvo sorpresas no descartables habida cuenta la convulsión diaria en la que está sumido el órgano de gobierno de los jueces, el único pleno oficial convocado es el del 21, con lo que Dívar llegaría a los fastos del bicentenario como presidente y sin tener que pasar horas antes una nueva 'moción de confianza' ante sus compañeros, cada vez más hastiados por el deterioro de la imagen del Consejo debido a las continuas informaciones sobre los viajes de Dívar a cuenta de las arcas públicas.

Pero los vocales 'rebeldes', sabedores de que su batalla por la «regeneración» del Consejo cada vez gana más adeptos dentro y fuera de la judicatura, no están dispuestos a tirar la toalla aunque el presidente haya bloqueado, por el momento, su última arremetida.

«Al desprestigio del presidente no puede seguir sumándose el que está generando la falta hasta ahora de la reacción que está exigiendo la gran mayoría de los ciudadanos y de los jueces por parte del Poder Judicial», resumía ayer Gómez Benítez en el escrito que remitió al consejo.