Panel informativo en la Bolsa en una jornada en la que las acciones de Bankia volvieron a bajar. :: EFE
Economia

El rescate de Bankia dispara la desconfianza en deuda y banca

La prima de riesgo escala un nuevo máximo histórico y la bolsa marca otro mínimo anual y cae al nivel de mayo de 2003

MADRID. Actualizado: Guardar
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Durísima reacción de los inversores al rescate de Bankia, que ahonda la desconfianza en la deuda soberana y en los desequilibrios de las cuentas públicas, y que se extiende a la práctica totalidad del sector bancario. La prima de riesgo española, diferencial entre las obligaciones a diez años y el bono alemán de igual periodo, se disparó este lunes a 511 puntos básicos, su nivel de cierre más alto desde la implantación del euro. España tiene que pagar el 6,47% por una financiación que a Alemania le cuesta un tipo de interés del 1,36%. También se acrecienta la brecha con Italia, donde la prima de riesgo cerró a 437 puntos básicos.

Desde el Gobierno al Banco Central Europeo admiten que este nivel de costes es insostenible. Pero la institución emisora no colabora, por el momento: lleva casi tres meses sin realizar compras de títulos de deuda de España o Italia en los mercados secundarios y todo apunta a que aguardará hasta la reunión de su consejo director en junio para decidir si reanuda este programa, que alivia la presión de los especuladores sobre los países vulnerables.

Arrastrado por la banca, el Ibex-35, principal indicador de la Bolsa española, retrocedió el 2,17% y ya está en 6.401,2 puntos, un nuevo mínimo anual y el nivel más bajo desde mayo de 2003, hace justamente nueve años. Las pérdidas acumuladas en lo que va de ejercicio ya se elevan al 25,27%. Pese a las dudas que persisten sobre el futuro de Grecia en el euro, los descensos fueron más reducidas en otros parqués europeos. El de Milán, con caída del 0,74%, fue más acusado. En París el CAC 40 perdió el 0,16% y el Dax de Fráncfort registró una leve baja del 0,26%. Al margen del área de la moneda común, el índice FTSE-100 de los principales valores de la bolsa de Londres se mantuvo casi plano.

En la bolsa madrileña, el castigo a la banca fue generalizado. Aunque la caída de Bankia se frenó desde el desplome inicial cercano al 30% hasta quedar al cierre en un retroceso del 13,38%, que dejó el valor en 1,36 euros -y la pérdida dese la salida a Bolsa en un 63,7%-, los inversores vendieron masivamente títulos de los bancos que tienen puesto en España el principal foco de su negocio. Por eso el Popular se dejó un 7,6%, el Sabadell retrocedió el 5,34%, Caixabank cayó el 5,09% y Bankinter perdió el 4,36%. Los dos gigantes bancarios tampoco se salvaron, porque BBVA cedió un 3,39% y Santander el 3,23%.

Hundimiento

Las acciones del banco que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri se vinieron abajo desde la apertura. Los títulos de Bankia volvieron a la negociación en el arranque de la sesión bursátil de este lunes y marcaron, en su primer cambio desde el cierre del pasado jueves, un desplome del 26,75%, hasta los 1,15 euros. El hundimiento se profundizó tras la avalancha de peticiones de venta imposibles de casar.

Los expertos justifican la desinversión en la percepción negativa de muchos pequeños inversores. Aunque el Gobierno y el Banco de España bendicen la operación de rescate, la capitalización bursátil de Bankia apenas supera los 3.000 millones, la ampliación prevista diluirá la participación privada, y parece lógico que la cotización se ajuste a una realidad que era mucho peor de lo percibido, explicaron. En palalelo, ya desde primera hora de la mañana las exigencias de los inversores en el mercado secundario de deuda elevaban al 6,5% la rentabilidad requerida a las obligaciones a diez años de España, lo que, unido al perfil bajo de la deuda germana, impulsó la prima de riesgo hasta 513 puntos básicos.

El diferencial con el bono alemán se relajó ligeramente tras la intervención pública del presidente Mariano Rajoy, para volver a repuntar poco más tarde y dejar atrás incluso el máximo registrado hasta ahora en los intercambios intradía, que se quedó en 507 unidades el pasado 16 de mayo. Por más que el jefe del Ejecutivo trató de desvincular el coste de la deuda soberana de las vicisitudes de Bankia, la evolución de los títulos del sector bancario prueba que los inversores han recibido con recelo las propuestas.

Dos grandes dudas persisten: de dónde saldrán los 19.000 millones adicionales que se van a aportar como capital y si se exigirán a otros bancos y cajas similares niveles de saneamiento. La ausencia de respuesta concreta a la primera pregunta lastró el coste de la deuda. Lo único claro es que el Gobierno pretende evitar impactos en el déficit, y aspira a que la vía de recuperación de los fondos sea la privatización de Bankia en un futuro.

Como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria dispone tan solo de 5.300 millones, para Parcaptar el resto y suscribir la ampliación de capital de Bankia habrá que recurrir a la deuda, pero está por decidir si el Tesoro realiza una colocación en los mercados, o si el FROB suscribe una emisión específica del Tesoro y paga con esos títulos o si es el FROB quien se endeuda con una emisión de sus propios títulos.