Juanma Carrillo espera que el Cádiz B acabe entre los diez primeros. :: A. V.
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Y el buen trabajo dio sus frutos

A pesar del pésimo arranque liguero, el equipo entrenado por el isleño Juanma Carrillo supo afrontar la situación y vivirá con tranquilidad la recta final de la competición El Cádiz B selló su permanencia en Tercera

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Permanencia asegurada y tranquilidad absoluta. Esta vez no fue necesario llegar al tramo final de la competición liguera con la soga al cuello para certificar la salvación. El equipo entrenado por Juanma Carrillo hizo sus deberes y el pasado fin de semana selló su futura presencia en el Grupo X de Tercera División tras remontar su partido frente al Arcos en El Rosal (2-1).

Muy pocos pensaban en los primeros compases de la temporada que el objetivo se acabaría cumpliendo. Sumar un único triunfo (3-1 ante el Coria en la novena jornada) en doce partidos pesaba demasiado. Pero el equipo supo afrontar la situación con entereza, corrigió los errores (muchos de ellos provocados por la inexperiencia) y sacó a relucir la calidad que atesora. El resultado ha sido evidente. Clase había para eso y para más.

«Nuestro inicio de campeonato fue pésimo. Contábamos con un arranque muy duro, el calendario no era nada sencillo porque jugábamos ante equipos de la zona alta como Atlético Sanluqueño, San Fernando, Algeciras, Alcalá o Mairena, y eso nos paso factura», señala Juanma Carrillo. Asimismo, el técnico isleño del filial cadista apostilla: «El 95% de la plantilla debutaba en Tercera, el calendario nos perjudicaba por su fortaleza al principio, teníamos en ocasiones errores propiciados por la juventud y había veces que desconectábamos de los partidos en los momentos puntuales. Fueron muchos factores, pero, por fortuna, nunca perdimos la fe y la confianza en nuestro trabajo».

Sea como fuere, Carrillo, que ya lleva varios años en los escalafones inferiores como técnico, nunca temió por su puesto en el banquillo del filial. El joven entrenador relevó en abril del año pasado a Ángel Oliva al frente del Cádiz B y ya logró la permanencia en la categoría. La confianza en sus posibilidades era evidente. «No me preocupaba mi situación, ya que eso era algo secundario para mí. Mi intención era salvar al equipo y seguir con la formación de los jugadores. Yo siempre he tenido la confianza del club y mi relación ha sido magnífica con el cuerpo técnico del primer equipo, con Quique González y con Richard Moar», aseguró, aunque no dudó en matizar: «Tampoco puedo negar que si los resultados hubiesen tardado más en llegar, yo no estaría en el banquillo en estos momentos. Es la ley del fútbol».

Buenos mimbres para el futuro

Acabar la competición liguera entre los diez primeros clasificados es la próxima meta de Juanma Carrillo en el Cádiz B. «El balance ha sido bastante positivo, ya que hemos logrado la permanencia con cierta tranquilidad. Hemos cuajado partidos muy buenos ante Algeciras (5-0), Sevilla C (1-2), Racing Portuense (2-4)... Al mismo tiempo, estamos formando un equipo con gente cadista y de la zona. Ellos, sin olvidar a los refuerzos del 'Proyecto Pina' para el filial, están acumulando experiencia en la categoría y pueden ser muy importantes de cara al futuro. Talento hay de sobra, aunque hay que seguir puliéndolo», asegura el preparador del segundo equipo de la entidad cadista.

Es más, Carrillo no se corta y asegura: «En el Cádiz B hay futbolistas muy válidos. Están acumulando partidos y van progresando. Además, varios jugadores de los escalafones inferiores vienen apretando con fuerza y la idea es formar un equipo competitivo para los próximos años. Si el Cádiz sube a Segunda, el filial tiene que ser fuerte y pensar en cotas más altas. En eso estamos trabajando entre todos».

Sobre su continuidad en el Cádiz B, Juanma Carrillo apuntó: «Tengo un año más de contrato y espero cumplirlo. Estoy muy satisfecho aquí y me gustaría continuar, aunque eso se hablará cuando termine la presente temporada. Ahora quedan tres partidos y tenemos que estar implicados para que la competición sea digna. No queremos adulterar la Liga y estar salvados no es sinónimo de jugar con relajación y sin competitividad».