¡Qué años tan felices!

Los Zipi y Zape de la música eran los chavales de moda. El rubio y el moreno, guapos y cantantes. En la cima siendo solamente unos críos. Pero se acabaron los bolos y las chicas esperando al final de los conciertos, adiós a la vida regalada... que tocaba ir a la mili. Contaban Los Pecos que en la discográfica hicieron todo lo posible por evitar la rapada, pero precisamente porque ellos eran famosos tenían que dar ejemplo y cumplir con el obligado servicio a la patria. La anécdota de la mili está recogida en el libro ¡Qué tiempo tan feliz!', un nostálgico anécdotario que repasa los momentos más emotivos vividos en el programa de María Teresa Campos.

Los Pecos quisieron dar una alegría a los espectadores de Telecinco, y al final acabaron llevándosela ellos, cuando recibieron la visita de su madre en el plató. María Teresa Campos trata de hacer un guiño a todos los invitados. Como esa tarde que invitó a Mayra Gómez Kemp a recordar los años del 'Un, dos, tres'. En estas aparecieron las hermanas Hurtado con un par de zapatos. Contaron que hacía años que Mayra se los había dejado y que nunca se los devolvieron. Pero como los originales estaban ya desgastados, le llevaron unos nuevos.

Otra visita inesperada, la que recibió Bertín Osborne, que recordó en '¡Qué tiempo tan feliz!' los tiempos de 'Contacto con tacto' -sí, reconoció que se tomaba dos copas antes de grabar-. Más serio rememoró luego un episodio que quedó en anécdota, pero que pudo haber sido una desgracia. En 1983, antes de un concierto, recibió una descarga eléctrica, pero un señor de la Cruz Roja le hizo el boca a boca y le salvó la vida. Y allí se presentó su salvador, muy educado, tratándole de usted. «No me llames de usted, después de que me has comido la boca yo creo que ya hay confianza», le soltó el presentador.

Más química que entre Bertín y el voluntario de la Cruz Roja se notaba entre María Teresa Campos y Dyango. Él le dedica una canción al piano: «Oh Dios mío, esta tarde me derrito yo aquí», dice ella. «Estás muy sexy», le piropea él. Y continúa el coqueteo: «¿Esto es una tirada de tejos?», «No, porque sé que no tengo nada qué hacer», «Prueba»... Más confidencias, las que reveló el periodista Carlos Ferrando: «Concha Velasco me dijo en una ocasión que Manolo Escobar era el tío que mejor besaba en el cine español».

Compitiendo en galanería, Camilo Sesto, que en el programa de Telecinco recordó que al finalizar 'Jesucristo Superstar' una marca de maquinillas le ofreció 50.000 dólares por afeitarse su cotizada barba en uno de sus anuncios -donó el dinero a un asilo de niños huérfanos-. También aprovechó para desmentir las numerosas leyendas urbanas que han circulado en torno a él -desde que una fan le donó un trozo de piel para una operación de nariz hasta que es extraterrestre-.

El 'mea culpa' de Íñigo

José María Iñigo no fue al programa a aclarar nada, pero aprovechó la invitación de María Teresa Campos para rectificar. Dijo que se arrepentía de haber criticado a Karina ferozmente: «Karina ha sacado nuevo disco, esperemos que sea el último», llegó a decir.

Con él volvimos a los años de la tele en blanco y negro, a los de la tele única. Y con Elena Santonja, a los del color. La cocinera de TVE le afeó a Joaquín Sabina, que se ofreció a interpretar la sintonía del programa completamente gratis, la poca mano que tiene para la cocina. No como Pedro Almodóvar, que le dejó con ganas de más pisto manchego.

Sabina 'con las manos en la masa', y la mitad del Dúo Dinámico poniendo voz a otra sintonía bien distinta, la de los dibujos de 'Los Pitufos'. Ese era Manolo de la Calva, contó él mismo en el programa de Telecinco. El otro 50% del dúo, Ramón Arcusa, está detrás de las letras de dos de las canciones fundamentales de Julio Iglesias: 'Hey' y 'Soy un truhán, soy un señor'. Dos temas de ayer y de siempre. Como ellos.