ESPAÑA

Asesina a cuchilladas a un hombre y hiere a otras seis personas en Bilbao

El agresor, de origen iraní, fue reducido por un ciudadano que le hizo frente con una baldosa del suelo de la vía pública

BILBAO. Actualizado: Guardar
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El barrio bilbaíno de Santutxu se convirtió ayer en el escenario de una película de terror, en un baño de sangre. Kepa Mallea, un profesor jubilado de 65 años, perdió la vida y seis personas resultaron heridas por un hombre, de 31 años y de nacionalidad iraní, que la emprendió a puñaladas con todo aquel que se interpuso en su camino.

Eran las 9.30 horas. Según el consejero de Interior, Rodolfo Ares, el individuo, identificado como B. A. K., increpó a una pareja en la parada de metro de Zabaldide. Los jóvenes intentaron refugiarse en un mercado. Allí les esperó su agresor. Los testigos aseguraron que golpeó a la mujer, a lo que su novio respondió con un puñetazo. En ese momento fue cuando el detenido esgrimió un cuchillo de «grandes dimensiones» -de 17 centímetros de hoja-. Aitor se convertía en la primera víctima al recibir una puñalada en pierna.

Lejos de cesar en su actitud, el iraní acuchilló a Ane Miren en el abdomen después de que ésta tratará de frenarle golpeándole con el bolso en la cabeza.

El siguiente en cruzarse por su camino fue Pedro Luis, a la postre uno de los héroes de la jornada, que recibió un corte en el hombro. La histeria se desató en la calle. Un hombre «con la mirada perdida» apuñalaba a quien se cruzara por su camino con un cuchillo «más grande que los que tengo yo en mi casa».

Algunos optaron por esconderse en un supermercado, otros decidieron dirigirse al bar Erronda-Berri. B. A. K. no lo dudó y, «de forma errática», puso rumbo hacía el establecimiento. En la misma puerta se encontró con otra de sus víctimas, Nelida. El iraní la dejó herida.

El Erronda-Berri, donde mucha gente estaba desayunando, se había convertido en una ratonera. Hubo personas que se escondieron en la cocina; otras que lo hicieron en el baño. Estefanía no pudo llegar allí. Antes notó «un fuerte calor en la espalda». El agresor le había alcanzado por la espalda. La joven llegó a pensar que la iba a rematar.

Según declaró el concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, Kepa Mallea quiso mediar, pero fue imposible. B. A. K. «se ensañó con él» y le propinó numerosas cuchilladas que le provocaron graves heridas. Kepa murió casi en el acto, pese a que las asistencias trataron de reanimarle. La tragedia pudo haber adquirido mayores dimensiones de no ser por la valentía mostrada por los vecinos de Santutxu. Pedro Luis, herido en el hombro, cogió una baldosa que estaba suelta en la calle y, apoyado por otros transeúntes, consiguió reducir y retener al homicida hasta la llegada de agentes de las policías Municipal y Autonómica. El detenido fue trasladado hasta el hospital de Basurto, donde quedó ingresado, bajo custodia policial, a la espera de prestar declaración antes de pasar a disposición judicial.