El Portuense, ayer de azul, sumó tres puntos muy importantes. :: GECA SPORT
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Con la firma de Lolo Prado

El meta Ismael fue otro de los protagonistas para que el Portuense venciera al Antoniano y dejara en el olvido su mala racha de resultados El capitán, clave una vez más a balón parado, anotó el gol del Racing en Lebrija

LEBRIJA (SEVILLA). Actualizado: Guardar
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El Racing Portuense se impuso por la mínima ante el Atlético Antoniano y puso fin a su mala racha de resultados. Una acción a balón parado de Lolo Prado, recurso habitual de los rojiblancos en los últimos años, sirvió para asestar el golpe definitivo a su contrincante, que fue incapaz de levantarse tras el mismo.

Tras los minutos de tanteo del inicio del choque, muy pronto los locales comenzaron a hacerse dueños del esférico y a poner a prueba a un acertadísimo Ismael, que fue clave en el triunfo de los suyos. La primera oportunidad clara fue para un desacertado Álvaro, que recibió en profundidad de Ramón Barroso y con todo a favor falló el uno contra uno ante el guardameta del conjunto de El Puerto.

Pasada la media hora en una gran acción del portuense Natera, Ismael sacó una gran mano y el rechace no pudo rematarlo con acierto Álvaro, que envió el esférico fuera por muy poco. A diez minutos del descanso fue Natera, excanterano racinguista, el que de chilena obligó a Ismael de nuevo a salvar a su equipo en una acción de muchísimo mérito del guardameta porteño.

En los últimos minutos antes del descanso, de nuevo Álvaro envió un testarazo desde el área chica a una cuarta por encima del travesaño y Orihuela, con un potente disparo desde la frontal, provocó la última gran estirada de Ismael en el primer tiempo y a la postre en el encuentro.

De menos a más

En la segunda mitad el panorama cambió mucho. Los lebrijanos salieron con mucha menos verticalidad y el Racing fue controlando mejor el ritmo del partido.

A los 67 minutos de juego, Lolo Prado sorprendió a Óliver con un disparo seco a balón parado desde el vértice del área y colocó el 0-1.

En la recta final, el Antoniano lo intentó con más corazón que cabeza pero un luchador Racing, que pudo sentenciar por meido de Nené, se defendió a la perfección.