Juan Bouza, en su despacho de la delegación de Empleo, en la Plaza Asdrúbal. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

«Cada día veo auténticos dramas humanos. Ayudar a paliarlos es mi acicate para seguir trabajando»

Juan Bouza. Delegado de Empleo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Ser delegado de empleo en Cádiz en los tiempos que corren no es plato de buen gusto. Juan Bouza llegó al cargo en 2004 y vivió la época de bonanza. Pero ahora pintan bastos y nombres como Delphi, Visteon, Polanco o Alestis llenan su agenda diaria.

-¿Cómo se levanta cada día el responsable del empleo de una de las provincias con más parados de Europa?

-Hombre, llevo ya siete años y medio en el cargo y la experiencia es un grado. Pero me levanto con la preocupación de que tengo que hacer frente a una provincia que, debido a la situación de crisis que vivimos, tiene una tasa de desempleo muy elevada y una conflictividad laboral muy importante. Mi prioridad es buscar soluciones a todas esas empresas con problemas que recurren al equipo de la delegación de empleo. Y tratamos de hacerlo a través del consenso, del diálogo. Es una gran responsabilidad y yo me siento muy orgulloso del trabajo que hacemos. Tenemos la conciencia muy tranquila porque hacemos todo lo que podemos y más. Quizá en estos tiempos que corren pueda sonar un poco pedante, o extraño, pero es así.

-Digamos que fundamentalmente hoy día su labor es la de intermediación, conjuntamente con el Sercla, ¿no?

-El Sercla es un instrumento imprescindible que está en manos de los empresarios y los sindicatos, y en el que nosotros lógicamente participamos. Por poner sólo un ejemplo: en 2011 se han recuperado más de 230.000 horas de trabajo gracias al Servicio extrajudicial de resolución de conflictos laborales de Andalucía en Cádiz. Esas horas iban a perderse irremediablemente por huelgas que finalmente no se han producido. Eso significa que hay una cultura de diálogo muy importante. Por eso quiero alejar esa imagen de provincia conflictiva, donde hay una radicalidad importante de sus sindicatos... No, más bien es al contrario. Gracias a Dios tenemos unos sindicatos y unos empresarios con una conciencia clara de que sólo a través del diálogo y de la negociación se pueden resolver situaciones de conflictividad.

-Pero esa imagen de conflictividad existe y perjudica mucho...

-Sí, y nos da coraje, si se me permite la expresión. Hay conflictos, pero probablemente porque son muy mediáticos y parece más de lo que es. Yo diría a los empresarios que quieran venir a la provincia que tienen unos recursos naturales y humanos de primera magnitud.

-En estos años como delegado habrá vivido innumerables dramas humanos, ¿no?

-Los vivo todos los días. Esa es la cara más amarga de este cargo. Ves gente desesperada porque se ha quedado sin trabajo de la noche a la mañana o porque lleva mucho tiempo sin poder llevar a su casa una renta del trabajo mínimamente aceptable. Y ese el sufrimiento que tenemos dentro y el amargor con el que nos vamos a casa. El no poder dar respuesta, evidentemente, a todas esas situaciones. Pero al mismo tiempo es un acicate para mí y para todos los funcionarios de esta administración para esforzarnos aún más. Un lema de esta casa es no arrojar nunca la toalla. Buscar hasta las últimas consecuencias el acuerdo.

-Y al margen de mediar en los conflictos, ¿qué más se puede hacer desde la Junta para paliar esta sangría?

-Hombre, la Junta de Andalucía fue la primera que puso sobre la mesa medidas anticrisis. Se ha invertido mucho dinero público para facilitar empleos, sobre todo en el sector de la construcción. La Consejería de Empleo implementó el Plan Memta, el Proteja... y eso sirvió para que muchos miles de andaluces y por supuesto gaditanos tuvieran esa oportunidad en un momento en el que se perdían cientos de puestos de trabajo todos los días. Evidentemente eso no solucionaba la crisis, pero sí ayudaba a muchas personas. Y no sólo se ha hecho eso. En unas semanas se pondrá en marcha el Plan OLA, que va a crear empleo en la construcción de nuestras infraestructuras más queridas, las educativas. Crearemos empleo y mejoraremos los colegios con este plan. Y aún hay más medidas. En esta delegación se han invertido cerca de 550 millones de euros para crear puestos de trabajo. Este esfuerzo, que ha sido mayúsculo, puede parecer inútil. Pero no lo es porque, ¿cómo estaríamos ahora si no se hubiese hecho? Pues obviamente mucho peor que ahora.

-¿Una de las claves para crecer en empleo es crear una red de pequeñas y medianas empresas para no depender tanto de multinacionales?

-Todo es compatible. Necesitamos más empresarios autóctonos, de la tierra, por lo que hay que fomentar la cultura emprendedora. En este año se han creado 940 empresas que han creado 1.225 empleos. Desde la Junta nunca se ha apoyado tanto a los autónomos. Tenemos 55.000 en la provincia. Lógicamente ahora mismo se crean menos puestos de trabajo que los que se pierden, pero los autónomos fueron los grandes olvidados y eso ya no es así. Trabajamos para darles la misma protección que al resto de trabajadores. Ahora son una de las prioridades desde que se aprobó un estatuto del trabajador autónomo. Sin embargo, también necesitamos de esas multinacionales, que durante muchos años han dado mucho trabajo en Cádiz. Porque históricamente -y hablo de muchas décadas e incluso siglos atrás- en Cádiz no ha habido mucha cultura emprendedora. Posiblemente porque se creó un monocultivo público que hizo innecesario a los ciudadanos plantearse el crear su propio negocio.

-De ahí que Durán i Lleida hable de «cultura del subsidio» en Andalucía...

-Bueno, este señor comete varios errores. Para empezar no es necesario denigrar al de enfrente para poner en valor lo que soy y además es falso el tópico de que en Andalucía haya más subsidios que en otros sitios. Sus palabras dicen muy poco de él como gobernante.

-Volviendo a las multinacionales, ¿cómo va el conflicto de Visteon?

-Pues en un par de semanas daremos la resolución a su petición de cierre de la planta. Y lo haremos de forma ajustada a derecho y bajo criterios puramente objetivos. Lo digo porque estoy alucinando con algunos dirigentes del PP que me piden casi a gritos que diga claramente lo que voy a hacer con el expediente. Eso que piden es un acto casi prevaricador. Así que espero que se tranquilicen porque haremos lo que objetivamente corresponda y en el momento que la ley lo permita. Por lo demás, creo que la empresa haría muy mal si no considerara de manera seria la posibilidad de ceder los activos y la producción a terceros. Que demuestren que no son una empresa sin alma que forma parte de este entramado de especuladores que sacan la sangre de los trabajadores allí donde van. Que aprovechen que tienen unos activos maravillosos, unos trabajadores preparadísimos. Y si se van que lo hagan con la conciencia tranquila.

-¿Y Polanco? ¿Es más duro aún al ser una empresa histórica de aquí?

-Es muy duro. Polanco se ha visto metida en la ola de la debacle de la construcción. Tiene una deuda que hace muy complicada su viabilidad futura. A esto hay que ponerle cara y ojos, que son los trabajadores. Y yo les he dicho que, pese a todo, la esperanza es lo último que se pierde. El martes nos sentaremos todas las partes para ver qué hacemos. Si hay alguna solución hay que ir a por ella.