«Don Antonio, gracias, perdón y amén»

En un templo abarrotado a los pies de la Virgen del Rosario, muchos fueron los momentos de emoción que se vivieron durante el Pontifical de las 11 de la mañana. Sin embargo, el más especial tuvo lugar al final del acto. Fue entonces cuando el prior de los dominicos, Pascual Saturio, tomó la palabra para agradecer al obispo Antonio Ceballos su labor apostólica ante su inminente partida. Para ello usó tres palabras: «Gracias, perdón y amén». «El 2 de febrero hace 17 años que estuvimos en este Santuario para decir, 'madre, este es nuestro obispo'», comenzó Saturio. «No me queda más que decirle muchas gracias por su cercanía y su cariño» -y añadió el prior- «perdón por si le hemos hecho algo que le pueda haber molestado y amén por lo que aquí está por hacer».