EN BREVE

Blanco no dimitirá porque asegura que lo acusan de una «falsedad»

Reclama a la juez que levante el secreto de la declaración de Dorribo para poder demandarlo, mientras el PP pide que acuda al Congreso

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Blanco y el PSOE pasaron al contraataque. El ministro de Fomento no solo no tiene intención alguna de dimitir tras ser acusado de recibir comisiones ilegales por el empresario gallego Jorge Dorribo sino que ayer puso en marcha las acciones legales para perseguir al industrial por un delito de calumnias. Blanco, con la colaboración del Gobierno y del PSOE, dio a conocer los documentos que cree que prueban que las imputaciones que se le hacen son «una auténtica falsedad».

El número dos del PSOE pidió a la titular del juzgado número 3 de Lugo, la que investiga a Dorribo por delitos económicos, que alce de forma parcial el secreto del sumario y que le permita disponer de la declaración en la que este industrial dice haberle pagado 400.000 euros para compensar las gestiones que hizo para que recibiese ayudas públicas. Quiere comprobar si la información de 'El Mundo', supuestamente basada en el documento, es cierta y poder querellarse contra el empresario por un delito de calumnias.

Avisa a la juez de que, dada la publicidad de las «graves calumnias», la negativa a darle el documento le causaría «una notable indefensión». El portavoz del Gobierno asegura que las acusaciones son «una auténtica falacia» y que no recibió «ni un euro» del empresario, «ni directa ni indirectamente», ni realizó «nunca» gestiones en su favor.

La actuación de Blanco coincidió con la difusión de sendos documentos de Hacienda y Sanidad que indican que estos ministerios rechazaron en julio y abril de 2011 las subvenciones y el permiso para distribuir medicamentos solicitados por Dorribo, al que nunca dieron ayudas. También coincidió con la entrega por Manuel Bran, primo del ministro, en el juzgado de la documentación que indica que la facturación entre su firma y la del industrial asciende a 35.000 euros, lo que haría imposible la acusación de Dorribo, que dijo que pagó a Blanco 400.000 euros mediante facturas hinchadas de Bran. El primo del ministro pide también ser citado como testigo para rechazar las acusaciones.

La mano en el fuego

Los socialistas hicieron piña en defensa de Blanco y no parece que vayan a dejar fisuras por las que pueda colarse la reclamación de dimisión en la que insiste el PP, que quiere hacer valer la presión política que descargaron sobre el ministro los otros dos diputados autonómicos gallegos acusados por Dorribo, uno del PP y otro del BNG, al renunciar a sus cargos por estos hechos. Dos ministros, Ramón Jáuregui y Francisco Caamaño, le dieron su apoyo, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, escenificará el domingo el cierre de filas al acompañar a Blanco a las fiestas patronales de Lugo.

Los populares insistieron en el desgaste a uno de sus más duros oponentes políticos y reclamaron al ministro que acuda a la Diputación Permanente del Congreso y explique su relación con esta «trama», donde piensan reiterarle la petición de dimisión. La mesa de la Diputación Permanente se reunirá la semana próxima para discutir la petición, pero fuentes socialistas indicaron que puede ser rechazada porque el Congreso no puede control al Ejecutivo una vez disueltas las Cortes.

Los socialistas, como respuesta, exigieron la comparecencia del presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alberto Nuñez Feijóo, en la cámara autonómica. Según defienden, la Xunta es la única institución que debe explicar sus vínculos con Dorribo, ya que es la única administración que le concedió dos ayudas por valor de 3,5 millones de euros al empresario y los dos únicos políticos imputados por el momento en la investigación judicial son dos altos cargos nombrados por Feijóo, a quienes cesó tras conocerse su imputación.