Acto de entrega del tercer buque de acción marítima a Defensa en el astillero de Puerto Real. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Navantia gana posiciones

La compañía tiene buenas previsiones sobre la llegada de los buques, pero recuerda que «de momento no hay nada firmado»

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Las perspectivas de empleo que aparentemente trae consigo el acuerdo entre España y Estados Unidos pueden convencer hasta al más incrédulo, dada la situación que viven los astilleros de la Bahía. El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, calculó ayer que el mantenimiento de los cuatro buques antimisiles supondrá una inyección de 8,5 millones de euros a la industria naval gaditana, pero Navantia aún no ha cerrado ningún acuerdo al respecto.

Fuentes de la compañía pública explicaron ayer que «las previsiones son buenas, pero no se puede calcular la carga de trabajo ni la repercusión que supondrá para los astilleros». Hace apenas cuatro meses que el almirante Roughead, máximo jefe de la Marina estadounidense, visitó las factorías de Cádiz y Puerto Real. Este encuentro dio buena cuenta de las buenas relaciones con la US Navy, que ya encargó hace algún tiempo la reparación de la fragata 'John L. Hall F-32'.

Pero «solo fue una visita en un marco de cordialidad, lo que no implica que se hubiera cerrado ningún acuerdo», señalaron las fuentes consultadas. A pesar de la prudencia que muestra la dirección de la compañía, Navantia está bien posicionada para convertirse en centro de reparaciones de la VI Flota americana -donde se integran los buques antimisiles-.

Además de las posibilidades que tiene el tremendo dique de Matagorda, los astilleros gaditanos cuentan con ya una larga tradición en construcciones militares y los mejores ejemplos son los buques de acción marítima (BAM) o las fragatas que se han construido para diferentes países. Los sistemas de mando y control de estos barcos corren a cargo del centro de alta tecnología FABA, que es en lo que se ha convertido la antigua Fábrica de Artillería de Bazán. Se trata de unas instalaciones de diseño, desarrollo e integración de sistemas que pone de manifiesto el potencial español en la fabricación de elementos de combate, control y dirección de tiro naval y terrestre.

Tecnología militar

De estas instalaciones, ubicadas en San Fernando, ha salido el equipamiento tecnológico de la nueva fragata F-105, además del mando y control de los buques de acción de combate y los de acción marítima. También es contratista principal y desarrolla junto con la empresa aeroespacial Lockheed Martin -responsable de los sistemas de los buques que llegarán a Rota en un par de años- el núcleo del equipamiento de combate para los submarinos S-80, el último modelo adquirido por la Armada Española y que construye el astillero de Cartagena.

La visita del almirante Roughead no ha sido la única. Hace justo un año el embajador norteamericano Alan D. Solomont pasó por las instalaciones de Cádiz y San Fernando. El diplomático estuvo acompañado en esta visita por directivos de ambas factorías y se comprometió a elevar al Gobierno de Estados Unidos sus impresiones sobre la capacidad tecnológica de Navantia. Entonces comentó la posibilidad de contar con los astilleros de la Bahía como referentes para futuras reparaciones de la VI Flota.

La previsión es que los dos primeros barcos antimisiles lleguen a Rota en 2013 y los otros dos se unan a la misión al año siguiente, con lo que los encargos que puedan aportar a la industria tardarán en llegar.