Reino Unido adelgaza su Ejército

El Ministerio de Defensa británico anunció ayer la primera ronda de despidos que afecta a cerca de 2.000 soldados y oficiales de infantería y aviación cuando las fuerzas armadas de Reino Unido luchan en Afganistán y lideran la campaña de Naciones Unidas en Libia. El reajuste de la fuerza responde a un plan maestro para eliminar unos 17.000 reclutas activos en los tres ejércitos en un plazo inicial de cuatro años. Además, un total de 32.000 civiles perderán su puesto de trabajo en las distintas instituciones de Defensa.

Tierra y aire son los más perjudicados en el ajuste anunciado ayer. La infantería pierde 920 soldados en una reestructuración destinada a reducir el nivel de tropas en un 20%, hasta un total de 82.000 para 2020. El Ejército recibió 870 solicitudes de despido voluntario, aunque solo prosperaron 660, incluidos oficiales de alto rango. La mayoría de las 260 bajas forzadas se efectuarán entre los gurkhas, el regimiento de reclutas de Nepal tan respetado por la efectividad de sus campañas en el frente como en la vida civil.

El número de voluntarios que saldrán de la Real Fuerza del Aire (RAF) también fue elevado -un total de 620, de los cuales se aceptaron 440- y pone de manifiesto el malestar de las fuerzas armadas con el programa de recortes del Gobierno de coalición que lidera el conservador David Cameron. En esta primera fase de despidos, la RAF pierde 930 hombres y mujeres, cerca de la mitad forzados.

Las familias de los militares afectados por el reajuste se enfrentan a un futuro incierto. El soldado se queda en la calle en un momento de sequía laboral y con los programas de reciclaje afectados por la reforma presupuestaria a escala general. Pierde también la vivienda familiar, según recordaron ayer varios perjudicados. La protesta es, de momento, anónima, a través de foros de Internet, en tanto que los altos mandos impusieron ayer una orden de silencio a los que han recibido la carta de despido.

Con un gasto estimado en 48.000 millones de euros, equivalente al 2,5% del PIB, Defensa tiene previsto ahorrar un 8% de su presupuesto anual. El titular del Ministerio, el conservador Liam Fox, mantiene una enconada batalla pública con Cameron y el ministro del Tesoro, George Osborne, a quienes ha advertido, en cartas estratégicamente filtradas a la prensa, de las «graves consecuencias políticas» de ejecutar «estos draconianos recortes cuando estamos en guerra».

Ayer, Fox justificó los despidos por la «incompetencia» del anterior Gobierno laborista, que, según dijo, dejó un agujero en el Ministerio en torno a los 45.000 millones de euros. «Por primera vez ajustaremos el presupuesto», defendió el titular.

En respuesta, el portavoz laborista en Defensa, Jim Murphy, criticó como «excesiva» la reducción presupuestaria y exigió una nueva revisión del plan estratégico en Defensa y Seguridad. Aprobado el pasado octubre, este proyecto ha quedado obsoleto a raíz de las revueltas vividas en el mundo árabe y la campaña aérea en Libia, según denuncia el partido de centro izquierda.