ESPAÑA

«Nunca pedí al presidente el adelanto electoral»

Rubalcaba cree que se inicia una nueva etapa política en la que luchará por «construir una España distinta y mejor»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Se abre una nueva etapa política en España. Con estas palabras, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, comenzó a analizar la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de adelantar al 20 de noviembre las elecciones . Un adelanto que, remarcó el candidato, él nunca había pedido a Zapatero.

Aunque Rubalcaba quiso matizar que ni las elecciones están convocadas ni la campaña ha comenzado, lo cierto es que su discurso de ayer estuvo marcado por un claro tono electoralista. «A partir de ahora voy a esforzarme por explicar a los españoles mi visión de futuro, qué pretendo hacer durante los próximos cuatro años y qué España quiero alcanzar para 2016», explicó el candidato socialista, para a continuación desgranar sus cuatro principales objetivos: crear empleo, lograr una economía saneada, reforzar la igualdad de oportunidades y llevar a cabo las reformas democráticas que demanda la sociedad. «Son metas ambiciosas, pero a la vez realistas. El nuestro será un programa pensado para ganar y gobernar», añadió.

Durante los tres meses que restan hasta entonces, sus esfuerzos se concentrarán en concretar «un programa de Gobierno elaborado a través del diálogo permanente con todos los sectores sociales».

Con más de siete puntos de desventaja según el CIS con respecto al PP, el cabeza de cartel socialista recordó que su partido «ha sabido, a lo largo de la historia, conectar con una gran mayoría de los ciudadanos, y así intentaremos que vuelva a ser». «Queremos construir una España distinta y mejor. Para ello empezamos esta nueva etapa con convicciones, responsabilidad y respeto a la ciudadanía». Una de las claves será «escuchar a la gente y explicarle las propuestas». Y uno de los colectivos a los que prestará oídos será el 15-M. «Hay cosas con las que estoy de acuerdo con ellos y otros no, pero lo que está claro es que los políticos estamos obligados a escucharles». Sobre su recuperación en los sondeos, Rubalcaba fue cauto a la vez que optimista: «Encuestas vamos a ver muchas, casi una a la semana. Pero da la impresión de que los vientos han girado».

Huir de la confrontación

«En la campaña voy a huir del tópico de las dos Españas. Muchos ciudadanos están saturados del debate inútil entre los partidos, y yo también», explicó el candidato. «Haré una campaña sobre propuestas, discutiré las que me parezcan mal de otros partidos pero tampoco me costará nada reconocer las que me piense que son acertadas». A pesar de su intención de liderar una candidatura de guante blanco, Rubalcaba aprovechó la ocasión para lanzar algunas andanadas al partido de la oposición. La primera, pidiéndoles que «estudien un poquito más» para que no defiendan que el aplazamiento del pago de liquidaciones negativas de las comunidades no conllevará un incremento del déficit del Estado, porque «al no disponer de ese dinero, habrá que vender deuda pública y pagar sus intereses». No dudó en calificar como «un brindis al sol» la amenaza de algunos presidentes autonómicos populares de devolver competencias al Estado sino obtienen facilidades de pago. «Un órdago mal tirado», añadió el líder del PSOE.

Su último dardo estuvo especialmente dirigido a Mariano Rajoy y su anuncio de que no se negará a debatir en televisión con el propio Rubalcaba. «Si está dispuesto, miel sobre hojuelas, ya somos dos», afirmó. Y es que los socialistas confían en que las dotes oratorias de su candidato sirvan ante las cámaras para arañar algún punto más al PP.