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Las claves del peor descalabro

A La Roda le bastó con asfixiar el centro del campo azulino a base de faltas y presionar la salida de balón para matar a su contrincante La inseguridad defensiva y el desacierto en ataque ahogaron al San Fernando

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Muchos fueron los motivos que condujeron al San Fernando a encajar la derrota más dolorosa en lo que lleva de temporada. El peor de los descalabros en el momento más inoportuno. Falta de concentración, inseguridad defensiva, ausencia de ideas en la elaboración del juego y desacierto en la finalización; una receta de ingredientes que sirvieron para cocer un desaguisado que puede dejar a los isleños sin el sueño de subir a Segunda División B.

A toro pasado es más fácil hacer análisis, pero en este caso es más que obligado repasar lo sucedido para aprender de los desaciertos y buscar el antídoto para la vuelta, en la que habrá que poner todo y más para arreglar el entuerto.

Falta de convicción

Minutos iniciales

Pudo llegar el gol, pero se pecó de falta de fe

El partido en La Roda comenzó con muy buena pinta para el San Fernando. En los primeros cinco minutos, sendos balones largos desde la defensa, colgados por Sambruno y Raúl Silveira, sirvieron para que Pedro Carrión y Sergio Beato ganaran la espalda a la zaga local y encarasen con ventaja la portería en lo que fueron dos ocasiones claras de peligro. Pero desde la grada se percibió cierta falta de convicción y preocupante lentitud en ambos. El conjunto rojillo trataba con respeto a los azulinos en estos comienzos, hasta que empezó a darse cuenta de las flaquezas de su adversario.

Cabeza fría

Expulsión de Sachetti

En su mano estuvo dejar al rival en inferioridad

No es la primera vez que le ocurre. Concretamente, la del domingo fue la cuarta ocasión en la que el argentino dejó a su equipo con uno menos por su falta de cabeza. Anteriormente le había sucedido contra Los Barrios, dos semanas después ante el Mairena y poco después, contra el Marinaleda, todas en Bahía Sur. Los rivales lo conocen, saben que entra al trapo fácilmente. Pero contra La Roda debió ser más inteligente, porque Jesús García golpeó primero y el árbitro se dio cuenta. De ser un poco más inteligente, podría haber ganado medio partido.

Nervios en defensa

Cantada de Zamora

El primer gol marcó el devenir de la catástrofe

No se le recuerda a David Zamora una cantada tan estrepitosa como la del primer gol de La Roda. Un error de inexperto que abrió el camino hacia la debacle. Esta acción influyó en que llegaran los nervios y de eso se contagió la defensa. Sambruno y Capi parecían no hablar el mismo idioma, y al ex del Cádiz nunca antes se le había visto tan sumamente torpe. En el segundo tanto no alcanza a despejar, y en el tercero se lía con el balón, la pierde y propicia que Carlos Alfaro la ganase en ventaja para el remate. Por la banda, Ocaña volvió loco con su velocidad a Castillo.

Sin ideas en la elaboración

El centro del campo no funcionó

No hubo combinación, y la que hubo murió en faltas

Del centro del campo hacia adelante, al San Fernando le costó muchísimo encontrar la asociación. El juego de Rodiel quedó asfixiado por completo, Iván Guerrero tenía que bajar demasiado y, por ello, no hubo nadie para dar el último pase. Por momentos, sobre todo en la segunda parte, los azulinos intentaron tocar y hacer su juego, pero el rival se encargó de frenarlo a base de faltas y de lanzar balones al campo en los minutos más decisivos.

Desacierto de cara a portería

La suerte tampoco estuvo de cara

El gol estuvo muy cerca, pero faltó la puntería

Pudo haber sido un final diferente si la fortuna hubiese estado de cara, sobre todo al final. Germán, Pendín, Beato y Carrión tuvieron cerca acortar diferencias, pero la cabeza no estaba despejada y erraron en la finalización de las jugadas. Un ejemplo significativo fue, al final, un pase de Carrión, que la tenía clara para tirar, a un Sergio Beato que no se lo explicaba, y que no pudo rematar.