TV

SUCIO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El periodismo es una profesión bastante sucia, pero tiene la virtud de que, al final, toda la porquería sale a flote, así que vamos a limitarnos a exponer hechos. El negocio televisivo descansa en la publicidad, la cual se administra en función de la medición de audiencias. La medición de audiencias, en España, la hace una empresa que se llama Kantar Media (ex Sofres), controlada por el gigante de la publicidad WPP. Físicamente, las audiencias se miden con unos aparatos que se llaman audímetros. Hay 4.625 audímetros instalados en otros tantos hogares. Esos aparatos son los que, por extrapolación, nos dicen qué ve la gente. Cada audímetro representa teóricamente a unos 3.600 telespectadores, lo cual es mucho representar. ¿Quién tiene esos audímetros? Un diario de Madrid acaba de publicar algunas confesiones de personas en cuya casa se ha instalado un audímetro. El balance es bastante bochornoso: muchos de ellos admiten que hacen trampa. O sea que la recogida final de datos está adulterada. Por otro lado, persiste la duda sobre los criterios con los que se instalan los audímetros: ¿dónde y por qué, cuándo se cambian, cómo se elige a los hogares? Más cosas: ya ha quedado dicho que la empresa que controla los audímetros, WPP, es a su vez un gigante publicitario, de manera que esa casa tiene interés directo en dos de las fases del proceso. Pero hay algo que empeora el paisaje, y es que la misma WPP es accionista de cadenas de televisión; concretamente, y si los números no han cambiado en los últimos meses, WPP tiene el 20% de Imagina, que es la nave nodriza -por así decirlo- de Mediapro y La Sexta. Para cerrar el círculo, una de las empresas fundamentales de WPP es Young & Rubicam, cuya cabeza visible en España es. Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación con Zapatero, marido de la ministra Chacón y pieza clave para el nacimiento de La Sexta. O sea que la medición de audiencias, en España, descansa sobre un grupo que tiene a la vez audímetros, empresas de publicidad e intereses directos en cadenas de televisión. No hay más que decir.