Una de las obras que completan la última muestra del autor. :: E. C.
Sociedad

Eloy Cabezas rescata la luz y los cielos de Cádiz a través de una mirada impresionista

El veterano pintor gaditano lleva su colección de estampas de la ciudad a la sala de El Pópulo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Eloy tiene una ventana privilegiada. Un umbral que traslada al espectador a un universo de luces, colores y formas que subliman el hambre humana de belleza. Desde su pequeña atalaya, en pleno Campo del Sur, esboza las estampas marítimas más auténticas de una ciudad que se enorgullece de poseer una luz especial, distinta. Y Eloy la conoce bien, igual que los cielos de su ciudad. En incontables ocasiones, su paleta ha tratado de captar la esencia de un territorioúnico. En 'Luz de Cádiz' muestra algunos de sus últimos trabajos de pintura impresionista, que se exhiben desde ayer en la sala de exposiciones de El Pópulo, donde estarán hasta el próximo 2 de julio.

Eloy Cabezas es ya experto en inaugurar muestras en su ciudad. «Ya van cuatro». Desde que este profesor de Matemáticas se jubilara, no ha parado de crear y atesorar en su casa reproducciones de algunos de los cuadros más famosos de sus ídolos: Picasso, Van Gogh, Gauguin y Velázquez. Del que se desmarca sin disimulo es de Miró. «No me gusta mucho», se excusa. Y es que este artista, que lleva pintando desde los doce años, es un autor figurativo que roza el hiperrealismo.

En 'Luz de Cádiz' el visitante puede encontrar las clásicas barquitas de la playa de La Caleta, castillos como el de Santa Catalina, monumentos señeros o arcos diseminados por la capital. El formato de todos sus cuadros es pequeño, de forma que se puedan disponer «en grupos de dos o tres», como marcan los nuevos cánones en materia de decoración de interiores.

«Las puestas de sol que veo desde mi ventana son en las que nadie repara, las de invierno, porque en verano el sol se pone por detrás». A punto de inaugurar su nueva muestra, el artista no suelta el pincel. Está trabajando en una garita donde puede apreciarse hasta la textura de la piedra ostionera...