Un grupo de camellos bebe agua a las afueras de Trípoli tras uno de los bombardeos de la OTAN. :: IVAN SEKRETAREV / AP
MUNDO

La OTAN ya prepara el futuro sin Gadafi

La Alianza defiende que el dictador «ya es historia» y pide a la ONU que lidere la transición hacia la democracia

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La OTAN ve cada vez más cerca la caída de Muamar el Gadafi tras dos meses y medio de intervención militar. Los 28 países integrados en la Alianza acordaron ayer iniciar los preparativos para garantizar la estabilidad de Libia cuando el régimen empiece a desmoronarse. Los socios del organismo atlántico rechazaron asumir un papel principal en el establecimiento de la democracia en el país y llamaron a la ONU a liderar este proceso. «Gadafi es historia. Ya no es cuestión de si se va, sino de cuándo se va a marchar», resumió el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen.

Los ministros de Defensa de la OTAN iniciaron ayer en Bruselas una cumbre de dos días en la que Libia vuelve a centrar la atención de todos los focos. Los socios reafirmaron su voluntad de mantener la operación militar en el país el tiempo «necesario» hasta lograr la derrota de las tropas gadafistas. Bajo esta premisa, el organismo atlántico aprobó extender otros tres meses la duración de la misión para que cubra todo el verano. Desde que arrancaron los bombardeos a mediados de marzo, la Alianza ha llevado a cabo 10.000 vuelos de vigilancia y ha alcanzado 1.800 blancos. Rasmussen, que la semana pasada sugería que la misión podría estar acabada en septiembre, rechazó ayer especular sobre el tiempo que puede aguantar Gadafi en el poder. «Puede durar semanas, pero el conflicto también podría terminar mañana. Y cuando pase la comunidad internacional tiene que estar preparada», señaló. El ex primer ministro danés, sin embargo, remarcó que el régimen «se está debilitando». A su juicio, los síntomas son evidentes porque el dictador ya no puede lanzar «ataques masivos», los rebeldes ganan cada vez más terreno y las deserciones en su «círculo más próximo» se suceden.

Con este panorama sobre el terreno, el secretario general aliado reclamó empezar a pensar en el nacimiento de una Libia democrática. La OTAN considera que su función en ese momento debería ser secundaria y por ello emplazó a Naciones Unidas a preparse para ese horizonte junto con el apoyo del Grupo de Contacto, la organización política que agrupa a los países europeos y árabes que participan en la operación militar en el país.

Uso de helicópteros

Pese al afán aliado por organizar el futuro de Libia, la misión militar también acaparó buena parte de la atención de los ministros de Defensa. El secretario general volvió a pedir a los socios que arrimen un poco más el hombro y no dejen todos los bombardeos en manos de ocho países liderados por Francia y Reino Unido. Según Reuters, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, señaló a España, Holanda y Turquía como los países que podrían sumarse a los ataques. Gates, que ha formado parte de los gobiernos de ocho presidentes de EE UU, se despidió ayer de la OTAN ante su próxima jubilación.

Los esfuerzos de Rasmussen y Gates no cosecharon muchos frutos. Ningún país se ofreció a intensificar su participación en la misión. El conflicto armado ha entrado en una nueva dimensión en las últimas semanas con un hostigamiento continuo de los centros de mando de las tropas de Gadafi e incluso de su propio complejo residencial en Trípoli.

Los aliados, además, han ganado en confianza y han empezado a utilizar un escuadrón de helicópteros francobritánico para golpear con más precisión a las fuerzas leales al dictador. Los ataques en Trípoli son cada vez más potentes, pero Misrata volvió a recuperar ayer el protagonismo perdido al recrudecerse los enfrentamientos en las afueras de la ciudad. La BBC detalló que los rebeldes intentan romper otro anillo gadafista y ganar más territorio en su mayor bastión al oeste del país. Al parecer, ya estarían cerca de tomar la cercana localidad costera de Tawargha.