Tres jóvenes trabajan en un taller de carpintería de Murcia. :: PABLO SÁNCHEZ
Economia

¿Una generación perdida?

Dos de cada cinco menores de 25 años no tienen trabajo y España es el país de la OCDE con mayor tasa de desempleo de este tipo El paro y la falta de expectativas minan las esperanzas de los jóvenes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las protestas de los últimos días demuestran que los jóvenes están indignados y han comenzado a reaccionar. Motivos no les faltan. Dos de cada cinco españoles menores de 25 años se encuentra sin trabajo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya no duda en calificarlos como una «generación perdida». Muchos han tachado a esta insurrección pacífica como movimiento 'ni-ni' (adolescentes que ni estudian ni trabajan por propio deseo). Ellos prefieren autonombrarse 'nopus', gente que no puede encontrar un hueco en el mercado laboral. «El paso de la indignación a la protesta colectiva y a la lucha en la calle todavía no se había dado», afirma el sociólogo Jaime Pastor.

La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año desvela que 652.600 jóvenes entre 20 y 24 años (un 41,27% del total) no tienen trabajo. El problema se agrava cuando la horquilla de edad se amplía y abarca desde los 16 años, porque se dispara hasta alrededor de 867.200 personas (un 65,12% de ese colectivo).

Para la secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, la dificultad de inserción laboral radica en que la mayoría de esos parados menores de 25 años tiene una baja cualificación profesional. Un gran número de los desempleados proviene de sectores para los que no se requería mucha formación, pero en los que se cobraban sueldos altos. Según los datos del Gobierno, cerca de 200.000 de esos desempleados proceden de la construcción, algo más de 120.000 del comercio y alrededor de 100.000 han perdido su trabajo en la industria manufacturera. «Hay que atajar este obstáculo, ya que la mayoría de los informes nos indican que, a medio plazo, crearemos un 85% de puestos para personas con formación media o superior», avisa.

Pero el desajuste no se limita a los jóvenes desempleados sin preparación, ya que el 19% de los licenciados universitarios entre 25 y 29 años está en paro. «Se falló al potenciar los estudios superiores y dejar de lado la formación profesional», afirma la secretaria de la juventud de UGT, Silvia Sazatornil.

La comparación con el resto de países deja patente la gravedad de la situación. España tiene la mayor tasa de desempleo juvenil de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Duplica a países como Reino Unido (18,9%) o Estados Unidos (17,6%), y queda lejos de la media del conjunto de los países desarrollados, situada en el 16,7%. Los dos únicos miembros de la OCDE que han conseguido reducir este marcador durante la crisis son Polonia y Alemania, con descensos del 1% y el 0,7%, respectivamente. Hace unas semanas, el secretario general de este organismo, Ángel Gurría, ya avisó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de que debe fomentar el empleo juvenil si quiere mantener el crecimiento económico.

Recuperación difícil

Pero la futura recuperación española se contempla difícil para los jóvenes. «Estamos en un país en el que la base productiva es francamente débil», afirma el profesor de Economía Mundial de la Universidad de Barcelona, Ramón Sánchez Tabares, quien afirma que la entrada en la Unión Europea conllevó una importante destrucción del tejido productivo.

Los pocos jóvenes con un puesto de empleo tampoco lo encuentran en las mismas condiciones de hace cuatro años. El desplome de la construcción, donde se llegaron a ganar elevadas cuantías, ha provocado que la media salarial haya caído en los últimos años. «Los parados están dispuestos a acceder a cualquier trabajo y las condiciones ya no les importan», denuncia el adjunto a la secretaría de la juventud de CC OO, Javier Pueyo.

Los datos más recientes de los que dispone el Instituto Nacional de Estadística (INE) son de 2008 -en los albores de la crisis económica-; entonces los españoles ganaban 1.818,45 euros de media al mes, y los jóvenes de 20 a 24 años cobraban 1.107,78 euros, 700 euros menos que el promedio. Los sindicatos consideran que esta brecha se ha agigantado en los tres últimos años.

Uno de los factores que contribuyen a esa disminución de los sueldos es el alto número de becarios. Según un estudio del Ministerio de Trabajo, en 2006 había 200.000 trabajadores de esta condición, de los cuales 36.000 estaban contratados de forma irregular. Pueyo admite que esta práctica ha proliferado desde el comienzo de la crisis. Los empresarios prefieren contratar becarios sin ningún tipo de derechos y sin cotización alguna a la Seguridad Social.