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Dinamarca aclara que no pedirá el pasaporte

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Dinarmarca rebajó ayer la magnitud del susto que le había dado la víspera a toda la UE. El ministro de Integración danés, Soren Pind, aclaró en Bruselas los detalles de la reinstalación de los controles fronterizos que había anunciado por sorpresa su Gobierno. Pind, que tildó de «drama» las informaciones ofrecidas por la prensa europea, aseguró que no se realizarán verificaciones «personales ni de pasaporte» en las entradas a su país. Según explicó, simplemente «los agentes aduaneros harán lo que han hecho toda la vida: mirar si hay drogas o armas escondidas».

Pind era el ministro más esperado en la entrada al edificio del Consejo Europeo. Y no defraudó. «Cuando se estudien a fondo las medidas todo el mundo verá, si puedo citar a Shakespeare, que son mucho ruido y pocas nueces», espetó. Al parecer, lo que su Gobierno había anunciado como controles permanentes -tanto en su frontera con Alemania como en el espectacular puente Oresund que conduce hasta Suecia- no serán tan exhaustivos. El embajador danés en Madrid, Lars Thuesen, aseguró que las nuevas comprobaciones no afectarán «de ninguna manera a los españoles que viajen a Dinamarca por aire, mar o carretera».

La confusión puede deberse a que el anuncio del Gobierno respondía a una negociación con la extrema derecha a cambio de su apoyo a un ambicioso paquete de reformas. El Ejecutivo de Copenhague, que gobierna en minoría con el respaldo parlamentario del populista Partido Popular danés, se enfrentará en otoño a la reválida de las urnas y las últimas encuestas le auguran un empate con el bloque de izquierdas. El plan del Ejecutivo apuesta, en realidad, por reforzar la supervisión de las fronteras con escáneres y sistemas de videovigilancia más avanzados para combatir un aumento de la criminalidad internacional.

Inquietud alemana

Alemania expresó su preocupación por las medidas de su vecino y el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, llamó a su homóloga para conocer a fondo el asunto. Westerwelle recordó que el espacio Schengen es «un bien demasiado grande» como para «ser sacrificado». La UE remarcó que no tolerará «pasos atrás» en el derecho a la libre circulación y anunció que analizará en detalle los planes de Copenhague para asegurarse de que respetan la normativa.

Nada más empezar la cumbre, Sind explicó a sus colegas las medidas diseñadas por su Gobierno sin que ningún país pusiera objeciones. Incluso, la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, pidió tiempo antes de poder pronunciarse. «Quizá sea más fácil criticar a un país de cinco millones de habitantes que a otros de 55 ó 60», lamentó el ministro danés en referencia a la apuesta de Francia e Italia por reformar Schengen.