Con 181 basta

Asegura que Dios le ha bendecido, y, sin duda, a Ziona Chana no le faltan ni fuerzas ni salud. «Me siento como si fuera el hijo predilecto del Señor», se ratifica este gurú de la secta india que lleva su nombre. La razón de esta sensación la deja bien clara: «Dios me ha dado mucha gente a la que cuidar». Y no exagera. Es el padre de la familia más numerosa del planeta: sus 39 mujeres le han dado 94 hijos que, a su vez, han alumbrado ya 33 nietos y han proporcionado 14 nueras. Por si fuera poco, los 181 manifiestan vivir en armonía en un edificio, el más grande del poblado indio de Baktwang, que cuenta con más de cien dormitorios.

Todo en esta familia es en superlativo. Para satisfacer sus necesidades alimenticias son necesarios 91 kilos de arroz y 59 kilos de patatas. Y cuando se suma algún animal a la dieta, el jardín de los Chana se convierte en un improvisado matadero industrial en el que se procesan hasta 30 pollos. No obstante, el líder de este credo fundado en 1942 por su abuelo asegura en una entrevista concedida al diario local 'The Sun' que no le faltan recursos económicos para sacar adelante a tan nutrida familia.

La mayor parte de los alimentos que consumen proceden de la tierra que labran sus descendientes varones, mientras que las mujeres se dedican a las labores de la casa y aportan ingresos gracias a su trabajo en un pequeño taller textil. Y si falta efectivo siempre se puede meter la mano en la hucha que llenan los 400 fieles de esta secta que, obviamente, permite la poligamia. Claro que ningún otro miembro goza de los privilegios de Ziona Chana, un hombre que reta a la ley del país de mayoría hindú.

Máximo de cuatro mujeres

India solo permite el matrimonio con un máximo de cuatro mujeres en el caso de que el hombre profese la religión musulmana. Chana, sin embargo, abraza el cristianismo a su manera, y hace creer a sus fieles que pronto regirán el mundo de la mano de Jesucristo. Él, de momento, ya capitanea un pequeño ejército, y, a sus 66 años, Chana advierte de que su harén todavía no está completo. «Estoy dispuesto a contraer matrimonio más veces, e incluso pienso en viajar a Estados Unidos para casarme allí y propagar mi doctrina».

Chana le dio su primer 'sí quiero' a una mujer tres años mayor que él cuando sólo contaba 17. Más adelante llegó a casarse en diez ocasiones durante un solo año. Ahora, todas sus mujeres duermen en dormitorios colectivos. Las más jóvenes tienen el privilegio de estar situadas más cerca de su marido, pero un sistema de rotaciones permite que las 39 se acuesten con él. «Es una relación basada en amor y respeto mutuos», declaró al rotativo hindú Huntharnghanki, una de sus esposas.

Otra de ellas, Rinkmini, de 35 años, describió al líder de la secta como «el hombre más guapo del pueblo». Y, según uno de sus hijos, también tiene buen corazón. «Se casa con las mujeres más pobres para cuidar de ellas». Claro que quizá ahí resida parte de su peculiar éxito.