Economia

Bancos y cajas volvieron a recurrir al BCE en diciembre

Las entidades españolas pidieron al instituto emisor de la zona euro 66.986 millones

MADRID. Actualizado: Guardar
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La 'ventana de oportunidad' que bancos y cajas vieron abrirse durante el pasado otoño en los mercados mayoristas donde obtienen los fondos que más tarde ofertan a sus clientes se cerró de nuevo en el último mes del pasado año. Había dinero, pero la crisis de la deuda soberana lo puso extraordinariamente caro, y las entidades españolas volvieron a recurrir al Banco Central Europeo en proporciones más elevadas de lo que corresponde a su peso específico en el sistema.

Según los datos publicados por el Banco de España, la banca española pidió en diciembre al instituto emisor de la zona euro 66.986 millones de euros, un 9,5% más que en el mes anterior. Mientras España tiene una 'cuota' que oscila entre el 10% y el 12% del sistema esa demanda representa un 16,5% del importe de 404.267 millones de euros a que ascendieron los requerimientos totales que los socios de la moneda única presentaron en ese mes al BCE.

El dato es significativo porque supone un ascenso mensual desde el 14% que la participación española representaba en noviembre, y porque rompe con cuatro meses consecutivos de descensos. La cifra récord se alcanzó en julio, con una demanda de 130.209 millones -más de uno de cada cuatro euros solicitados- y fue descendiendo en la medida en que se suavizaron las tensiones. La nueva ofensiva especuladora contra la deuda soberana encareció la financiación hasta el punto de que las entidades volvieron a acudir al BCE para no ver muy comprometidos sus reembolsos.

A partir de diciembre, las cosas no han ido mucho mejor. Después de tres meses de recelos, los dos 'gigantes' bancarios españoles se atrevieron a salir a los mercados, pero pagaron un alto precio en su aventura. A comienzos del mes, BBVA colocó 1.500 millones -aunque inicialmente se había planteado una emisión de cédulas de hipotecarias de tan solo 1.000- con un diferencial de 2,25 puntos sobre el índice de referencia, cuando en la ocasión precedente, a mediados de julio, esa distancia había sido de tan solo 1,95 puntos. Días más tarde, el banco Santander llevó a cabo una emisión de deuda a cinco años a un precio 2,25 puntos por encima del indicador, un punto por encima de similar colocación llevada a cabo un año antes.

Entre las causas del encarecimiento de la financiación los expertos mencionan la crisis de la deuda soberana y el temor al contagio de España, pero también la necesidad de que el sector del crédito, y en particular las cajas de ahorro, acelere su proceso de reconversión. La situación podría aliviarse si ceden las tensiones sobre las emisiones del Tesoro y en la medida en que las nuevas exigencias del Banco de España -que ha impuesto la máxima transparencia a las entidades sobre su riesgo inmobiliario- y una nueva 'vuelta de tuerca' en la transformación de las cajas de ahorro permita recuperar la plena confianza de los mercados.

El encarecimiento de la financiación mayorista se traslada finalmente a la economía, porque bancos y cajas cada vez disponen de menos pasivo barato por la ralentización de la actividad y por la fuerte competencia surgida entre las propias entidades, que lógicamente prefieren utilizar este tipo de recursos y se los disputan abiertamente.